El primer ministro francés, Manuel Valls, en su intervención ante la Asamblea Nacional, este martes

El primer ministro francés, Manuel Valls, en su intervención ante la Asamblea Nacional, este martes

Política

El catalán Manuel Valls eliminará la mitad de las regiones francesas

En su primera intervención como primer ministro en la Asamblea Nacional. Anuncia un plan de ajuste para reducir 50.000 millones de gasto en dos años.

8 abril, 2014 18:45

El flamante primer ministro francés, Manuel Valls -hijo de un emigrante español y nacido en Barcelona- se ha estrenado en el cargo con una propuesta de austeridad y racionalización de la administración que incluye una profunda reforma de la estructura territorial de Francia: un recorte a la mitad -o más- del número de regiones.

En su primer discurso con contenido político como primer ministro, la presentación de su programa de Gobierno en la Asamblea Nacional francesa, Valls ha anunciado que pretende reducir a 12 o 13 el número de regiones francesas.

Actualmente, Francia se organiza en 27 regiones -el equivalente a nuestras Comunidades Autónomas, aunque con muchas menos competencias: por ejemplo, pueden elaborar reglamentos, pero no tienen capacidad legislativa-, formadas cada una por un número variable de departamentos -equivalentes a las provincias españolas-. De estas regiones, 22 se encuentran en la Francia metropolitana, y las cinco restantes, en los territorios de ultramar.

El plan de Valls es que las regiones acuerden fusiones voluntarias entre ellas. En caso de que no se produzcan acuerdos, el ejecutivo tomará la decisión por su cuenta, e implantará un nuevo mapa territorial a partir del 1 de enero de 2017, según ha explicado Valls.

Clarificar competencias

En paralelo, el ejecutivo también pretende suprimir, desde ahora hasta 2016, los consejos departamentales, así como otras instituciones descentralizadas. También aboga por clarificar competencias de las diversas administraciones locales.

La propuesta debe enmarcarse en un amplio plan de austeridad, que pretende recortar 50.000 millones de euros de gasto público en los dos próximos años. El recorte va en la línea que esperaban los analistas después de que el presidente francés, François Hollande, nombrara a un duro como Valls, situado en el ala más centrista del partido socialista, como respuesta a la amplia victoria de la derecha en las recientes elecciones municipales.

Tanto el programa de ajuste económico como el nombramiento de Valls también se han interpretado como un mensaje de París a la Comisión Europea y a Berlín, que llevaban tiempo exigiendo a Francia medidas de austeridad que el ejecutivo francés se resistía a adoptar.