La Generalidad de Cataluña sigue siendo mala pagadora a las farmacias. Según ha informado este lunes el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña, el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha vuelto a retrasarse en el pago de la factura de los medicamentos recetados en el sistema público de Salud. Un retraso que es sólo el último de una larga lista, de forma que la administración autonómica acumula una deuda de 222 millones con las farmacias catalanas.
Según han lamentado los farmacéuticos, el pasado sábado, 5 de abril, se cumplió el plazo acordado entre ambas partes para que la Generalidad pagara la factura de los medicamentos con receta dispensados en febrero, que subía a 105,7 millones de euros. Un importe que, este lunes, todavía no se había hecho efectivo.
A este impago hay que sumar el de la factura de enero, que sube a 116,9 millones, y que se tendría que haber cobrado el 5 de marzo. Según el calendario provisional de pagos a proveedores de la Generalidad, el CatSalut pagará la factura de enero a partir del 30 de abril, es decir, más de tres meses después de su emisión, mientras el convenio entre las farmacias y el CatSalut marca que el pago se tiene que hacer a dos meses.
Un problema que viene de lejos
El contencioso entre las farmacias y la Generalidad viene de lejos. En 2011, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña divulgó un estudio propio en el que aseguraba que el 9% de las farmacias catalanas veían "comprometida" su viabilidad económica por no poder hacer frente a los pagos a los proveedores, debido a los retrasos de la Generalidad, así como a los recortes en gastos de Salud.
El año siguiente, en octubre de 2012, el conflicto no sólo no se había desbloqueado, sino que se agravó. Los retrasos y los impagos de la Generalidad se intensificaron, y las farmacias celebraron una jornada de huelga para reclamar 180 millones de deuda al Gobierno autonómico.
Y la situación aun empeoró más. En mayo de 2013, la deuda vencida de la Generalidad a las farmacias -sin contar los intereses- subía a 270 millones. Un año después de la huelga, llegaba a los 310 millones.
El enojo de los farmacéuticos llegó a tal punto que, en noviembre, se plantearon pasar a la vía judicial para reclamar a la Generalidad que les abone 12 millones de euros, el importe de los intereses que habían generado hasta entonces los préstamos que tuvieron que pedir para pagar a los proveedores, debido a los impagos de la propia Generalidad.
Posteriormente, y con un deuda acumulada de 416 millones, por las facturas de cuatro meses, los farmacéuticos protagonizaron una segunda jornada de huelga.