El final del culebrón judicial de los hermanos Carulla, copropietarios de Agrolimen, podría estar muy cerca del final. Después de dos archivos y que se volviera a abrir dos veces más, la causa contra Carulla por fraude fiscal ha llegado a un acuerdo con la fiscalía, que ha retirado los cargos después de que los imputados satisficieran a Hacienda las cuotas debidas y los intereses correspondientes, por valor de 6,4 millones de euros.
Concretamente, el fiscal ha pedido la apertura de juicio oral, pero el sobreseimiento de las acusaciones, a los hermanos Jordi, Artur -copropietario del diario Ara-, Aurèlia, Mariona -presidenta del Palau de la Música- y Montserrat Carulla. Para el sexto hermano, Lluís Carulla, sustituye su petición inicial de cinco penas de cuatro meses de prisión por una leve multa, de menos de 2.000 euros.
El caso de los hermanos Carulla ha vivido una larga peripecia en los juzgados. La investigación se inició en 2010, por una compraventa de 60 millones de euros, en 2006, entre Agrolimen y una sociedad instrumental propiedad de los propios Carulla, con domicilio fiscal en Holanda.
Las primeras imputaciones llegaron al año siguiente. En 2012, el juzgado de instrucción archivó el caso, argumentando que no se podía demostrar, "ni siquiera de forma indiciaria" que se hubiera cometido delito alguno.
Posteriormente, en enero de 2013, la Audiencia de Barcelona discrepó, y ordenó volver a abrir el caso. Un caso que volvió a archivar, por segunda vez, el juzgado de instrucción. Y que la Audiencia ordenó reabrir también por segunda vez.