A pesar de que, desde el Gobierno autonómico, y aun más especialmente desde ERC, que le apoya externo, se difunda el mensaje de que la época de los recortes en servicios sociales ha llegado a su fin, lo cierto es que varias áreas fundamentales están sufrido una disminución presupuestaria considerable. Como ejemplo significativo, y según informa este domingo el diario El País, la consejería de Bienestar Social y Familia, que tendrá este 2014 un presupuesto significativamente inferior al del último año antes de los tijeretazos, 2010.
Según esta información, la dotación presupuestaria de Bienestar Social será este año de 1.630 millones de euros, lo que significa un recorte del 16% respecto a los presupuestos de 2010.
Este fuerte recorte respecto a hace cuatro años afecta especialmente a los programas de apoyo a las familias, que han sufrido una reducción de presupuesto del 70%. También se han recortado considerablemente las partidas para los discapacitados, un 50%, y las destinadas a la dependencia, un 10%.
La lucha contra la pobreza, un 1% de incremento
En las cuentas de la consejería sí hay un aumento presupuestario, el de los programas de lucha contra la pobreza. Pero es meramente simbólico, de sólo un 1%.
Las consecuencias directas para los ciudadanos de estas reducciones presupuestarias se dejan ver de varias formas. Por un lado, en estos años se ha incrementado el porcentaje máximo del precio de los servicios -residencias, centros de día, etc- que pagan los ciudadanos, y que ahora es de un 54% del total.
También se han endurecido los requisitos para poder cobrar la Renta Mínima de Inserción, de forma que, mientras que en 2011 la recibían cerca de 32.000 ciudadanos, a finales del año pasado la cifra había bajado hasta poco menos de 24.000.