Importante toque de atención de la Unión Europea y de los EEUU al Gobierno regional de Crimea, que ha aprobado la secesión de Ucrania y su unión a Rusia, y ha convocado un referéndum para dentro de diez días con el que validar esta decisión. Y, de paso, toque de atención al Gobierno de Rusia, que no parece disimular mucho sus aspiraciones de anexionarse este territorio rusófono -y mayoritariamente de etnia rusa- de Ucrania, aprovechando el caos en el país después de las revueltas de las últimas semanas, y la presencia de tropas de Moscú en la península.
La advertencia de más magnitud la ha hecho este jueves por la tarde el presidente de los EEUU, Barack Obama, quien ha dejado claro que "cualquier decisión sobre el futuro de Ucrania tiene que incluir a su Gobierno legítimo", refiriéndose al Ejecutivo ucraniano.
En una breve comparecencia de urgencia, Obama ha advertido de que el referéndum convocado unilateralmente por el Gobierno regional de Crimea "violaría la Constitución de Ucrania y el derecho internacional". "En el año 2014, estamos muy lejos de los días en que las fronteras podían ser dibujadas por encima de las cabezas de los líderes democráticos", ha proclamado.
La UE también ve "ilegal" el referéndum
A la vez, el Consejo Europeo -que agrupa a los jefes de Estado y de Gobierno de los 28, al presidente de la Comisión Europea y al propio presidente del Consejo-, ha emitido un comunicado en el que también advierte de la ilegalidad de un referéndum en Crimea sobre la anexión a Rusia.
"Consideramos que la decisión del Consejo Supremo de la República Autónoma de Crimea de celebrar un referéndum sobre el futuro estatus del territorio es contraria a la Constitución de Ucrania y, por lo tanto, ilegal", afirma sin matices el Consejo Europeo, que deja claro que "la solución a la crisis" tiene que pasar por la "integridad territorial" de Ucrania.
Además, el Consejo Europeo condena "enérgicamente" el despliegue de fuerzas armadas rusas en Crimea, y pide al Gobierno de Vladimir Putin su "retirada inmediata".
Anexión a Rusia y consulta para confirmarla
Las autoridades regionales de Crimea han forzado los acontecimientos este mismo jueves. Primero, el Parlamento regional ha aprobado, casi por unanimidad, "incorporarse a la Federación Rusa con los derechos de un sujeto de la Federación Rusa".
Poco después, el Gobierno regional ha convocado para el próximo 16 de marzo -dentro de sólo diez días- un referéndum con dos opciones: apoyar "la anexión de Crimea a la Federación Rusa en calidad de sujeto federal" o bien "el restablecimiento de la Constitución de Crimea de 1992", que deja claro que la península forma parte de Ucrania.
Un territorio dividido étnicamente
La historia reciente y la composición étnica de Crimea complican la situación. Durante la era soviética, Crimea formó parte de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia hasta 1954, cuando, con el ucraniano Nikita Jruschov en el poder en el Kremlin, fue transferida a la República Socialista Soviética de Ucrania.
Por este motivo, la opinión pública rusa siempre ha tendido a considerar a Crimea como una parte integral y arrancada de Rusia. Además, la mayor parte de la población de Crimea -cerca de un 70%- es de etnia rusa y de habla rusa, con los ucranianos en minoría.
Completa el panorama la minoría tártara, habitante originaria de la península, deportada en masa por Stalin después de la Segunda Guerra Mundial, y que ha vuelto en parte a su territorio original después de la caída de la URSS. La minoría tártara representa cerca del 10% de la población de Crimea, y se ha alineado mayoritariamente con la permanencia en Ucrania.