Los ayuntamientos que forman parte de la Asociación de Municipios para la Independencia (AMI) cederán sus dependencias los días 22 y 23 de marzo para que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) pueda recoger firmas a favor de la celebración de un referéndum secesionista.
Según un acuerdo alcanzado por la ANC y la AMI, y presentado este lunes en rueda de prensa, Carme Forcadell y Josep Maria Vila d'Abadal, respectivos presidentes de sendas asociaciones, han consignado una nueva manera de retar a las instituciones públicas y de espolear a los mismos partidos políticos que les hacen el juego en Cataluña.
Forcadell, por su parte, ha instado a estas formaciones a incorporar en su programa electoral de las elecciones europeas de mayo la convocatoria de un referéndum independentista. A cambio, promete hacer campaña a favor de ellos. "Haremos una campaña para que se participe en las elecciones europeas y se vote a partidos soberanistas", ha declarado una crecida Forcadell.
"No hay nada insalvable"
ANC, de hecho, hace semanas que mantiene reuniones con los partidos que suscribieron el pacto a favor de la convocatoria de un referéndum separatista en Cataluña para exigirles que figure un mismo punto en sus programa electoral sobre este particular. "No hay nada insalvable", ha comentado al respecto, "pero a veces es necesaria una cierta discreción", ha zanjado Forcadell.
Desde la AMI, su presidente y alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, ha defendido que los partidos políticos deben ser conscientes del mensaje que lanzó la ciudadanía en la pasada Diada, con su participación en la Via Catalana. "Nos dimos la mano todos los catalanes aunque pensásemos diferente", ha apuntado el edil, quien por lo mismo ha instado a los partidos a escuchar a la ANC.
Tras este acuerdo, y con el objeto de llegar al "98,5% de la población catalana", la ANC y la AMI ultiman preparativos para que el penúltimo fin de semana de marzo haya más de 1.000 puntos de recogida de firmas con más de 3.500 apoderados para recabar el apoyo "popular" al referéndum planteado por CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.