Política
Proponen que el catalán, el euskera y el gallego sean oficiales en toda España
Juan Claudio de Ramón aboga por "promocionar el conocimiento de todas las lenguas en todo el territorio". Considera que "la disputa de lenguas es el principal corrosivo de nuestra convivencia"
28 febrero, 2014 15:20En una entrevista concedida a la periodista Beatriz Silva para el blog de Federalistes d'Esquerres, el diplomático Juan Claudio de Ramón considera que si el catalán, el euskera y el gallego se convirtieran en lenguas oficiales del Estado se conseguiría la paz lingüística. De Ramón, destinado en la embajada de Otawa desde 2011, reclama que se apruebe una "ley de lenguas" que solucione los conflictos que genera la ambigua normativa vigente hoy.
Madrileño, casado con una barcelonesa, lamenta que los tribunales tengan que sustituir la función normativa que correspondería a los políticos y afirma que "la disputa de lenguas es el principal corrosivo de nuestra convivencia". Según De Ramón, la ley "debería hacer dos cosas: pagar tributo a la pluralidad lingüística de España elevando a rango de lengua oficial del Estado las cuatro principales de nuestro país, y al mismo tiempo establecer derechos de los usuarios y obligaciones de las administraciones". A su entender "en materia lingüística los derechos son de los usuarios y las obligaciones de las administraciones".
Para el diplomático, no es necesario que todos los funcionarios hablen las cuatro, "pero sí que en cada organismo estatal, sobre todo los que funcionan de cara al público, haya al menos alguien capaz de atender en vasco, catalán o gallego". También cree que los impresos y formularios deberían estar en las cuatro, y así también las páginas web.
"Los DNI, las partidas de nacimiento y los libros de familia son bilingües. ¿Por qué no el resto de documentos?", se pregunta." En mi idea, una ley de lenguas promocionaría el conocimiento de todas ellas en todo el territorio; así, obligaría a las comunidades autónomas a poner los medios para poder estudiar en todas las lenguas en cualquier región de España. Por ejemplo, en Sevilla o Zaragoza, como capitales, tendría que haber al menos un colegio con oferta en catalán. Y en La Rioja uno en vasco, y en León uno en gallego. No es preciso que cada rincón de la administración sea cuatrilingüe, porque, además, ni el más acérrimo nacionalista lo exigiría", afirma De Ramón.
También afirma, a lo largo de la entrevista que, sin ser necesario que todos los ministros hablen en varias lenguas, sí que sería deseable que las introduzcan en sus actos y discursos oficiales, que TVE debería tener un canal generalista en cada una de las lenguas que se hablan en España, que también deberían hablarse en el Congreso de los Diputados.
El Cervantes promociona el catalán
Por otro lado, el diplomático recuerda que "contra lo que se pregona, en el Instituto Cervantes se da cabida a otras lenguas españolas. No hace mucho hubo un homenaje a Mercè Rodoreda en los Cervantes de medio mundo y, cuando uno entra en la biblioteca de la sede de Nueva York, lo primero que ve son textos en catalán de la novelista Montserrat Roig. Aquí en Canadá, donde estoy destinado, organizamos un festival de cine en varias ciudades, y procuramos que siempre haya una película en catalán entre las cinco que proyectamos. Esto puede parecer poco, pero desde luego desmiente el argumento de aquí hay un Estado que promueve un genocidio cultural. Es mentira y es una afrenta".
La administración de Justicia es, según él, donde más cojea este uso combinado de las diferentes lenguas del país. Y cree, por otro lado, que el sistema de inmersión lingüística catalán sería considerado inconstitucional en Canadá, teniendo en cuenta que en Quebec la comunidad anglófona tiene derecho a la enseñanza en inglés.
Juan Claudio de Ramón concluye la entrevista con una cita del dirigente de CDC ya fallecido Ramón Trias Fargas, en 1978: "Creo que es justo decir también que el derecho a la lengua materna es un derecho del hombre, un requisito pedagógico de la máxima importancia ... Cambiar de lengua en la niñez dificulta extraordinariamente la capacidad del niño. Nosotros nunca vamos a obligar a ningún niño de ambiente familiar castellano a estudiar en catalán".