La ex ministra de Defensa y de Vivienda Carme Chacón (PSC) ha publicado este miércoles un artículo en el Miami Herald (titulado "Cataluña debería seguir siendo parte de España") en el que rechaza la celebración del referéndum independentista promovido por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, pero también insta al Gobierno a iniciar una reforma federal de la Constitución y a fomentar los lazos afectivos entre los catalanes y el resto de españoles:
"El Gobierno central español ha declarado que un referéndum para permitir a Cataluña existir como un Estado independiente no puede celebrarse porque va contra la Constitución. Eso es correcto, pero no resuelve la cuestión. Esta respuesta simple no aborda un problema tan complejo. Nuestras leyes territoriales debe ser revisadas y actualizadas. España debe considerar convertirse en una auténtica unión federal, no muy diferente de los EEUU y Canadá. El país necesitará crear un nuevo marco legal para permitir y fomentar la diversidad en la unión española. También es necesario establecer un conjunto claro de reglas modernas en sincronía con los acontecimientos que tienen lugar en el resto de Europa, donde la tendencia es ir hacia formas superiores de integración, y reducir los casos de aislamiento cultural".
Y añade que, "más allá del establecimiento de un nuevo marco legal, España también necesita promover una política premeditada de afecto recíproco, de emociones compartidas entre catalanes y el resto del país".
"Es el único camino constructivo y de mayor eficacia para neutralizar la retórica radical del sector separatista catalán y de aquellos que anhelan soluciones irreales de centralización y abolición de una Cataluña plural. Hemos de forjar una coalición que defienda el derecho de todos a apoyar la única opción razonable y la más prometedora: vivir y prosperar juntos en armonía y en paz", concluye.
"Un grado de autonomía similar a cualquier Estado federal"
Previamente, la ex aspirante a liderar el PSOE, que dejó el Congreso para ejercer la docencia en la Universidad de Miami Dade, explica a los lectores estadounidenses la situación que se está viviendo en Cataluña.
"Sospecho que las noticias sobre movimientos separatistas en una parte de un país mucho más pequeño que Estados Unidos debe sonar extraño en una época de globalización y de economías abiertas", comienza.
Y hace un breve repaso a la historia de Cataluña, indicando que "nuestros rasgos de identidad como catalanes siempre han coexistido con los de España", pese a períodos de opresión, como la dictadura franquista.
En ese sentido, destaca que la actual Constitución ha permitido que "la gente de Cataluña fuera capaz de desarrollar su propia identidad y disfrutar de un grado de autonomía similar a cualquier Estado federal, como Estados Unidos o Canadá". Aunque reconoce que "en los últimos años ha habido tensiones" entre el Gobierno y la Generalidad en relación a "la distribución de competencias y de los recursos, el grado de autogobierno de Cataluña o qué contribución al presupuesto debe ser considerada justa".
"Riesgo de fractura social"
Chacón recoge las preguntas para el referéndum que pretende convocar el Ejecutivo autonómico, una iniciativa que "se opone a la Constitución que, como en los EEUU, es la ley suprema en todo el territorio español". "Un referéndum unilateral de secesión está también completamente fuera del derecho internacional", subraya.
Pero añade que, además, "la hipotética secesión de Cataluña del resto de España afectaría negativamente a la economía y a la prosperidad no solo de la sociedad catalana y española, sino también de la Unión Europea".
Finalmente, la ex ministra remarca que los efectos negativos del proyecto secesionista ya se están notando, "solo por el debate sobre tal eventualidad", puesto que "los inversores evitan la incertidumbre, y este movimiento político está empujando a Cataluña hacia aguas desconocidas", puesto que la independencia implica la salida de la UE, y los inversores lo saben.
Además, "el asunto más delicado y peligroso es el daño que esta campaña secesionista está imponiendo en el tejido social catalán, que corre el riesgo de fractura", puesto que, según las encuestas de la Generalidad, "siete de cada diez ciudadanos en Cataluña dicen que son también españoles".