Camacho avisa a CiU, ICV y "sectores del PSC" de que ERC "les está haciendo una OPA"

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha advertido este lunes a la práctica totalidad de las fuerzas políticas catalanas que apoyan el referéndum independentista de que están haciendo "seguidismo" de las políticas de ERC, y que la formación independentista "les está haciendo una OPA".

"ERC le está haciendo una OPA a CiU y a gran parte de la izquierda como ICV y sectores del PSC, y estos lo están permitiendo haciendo seguidismo de sus políticas delirantes de ruptura y división", ha dicho Sánchez-Camacho, en rueda de prensa en la sede del PP catalán, después de la ejecutiva del partido.

La líder popular ha añadido que, si estas formaciones -todas las que apoyan la celebración de un referéndum rupturista, con la excepción de la CUP- "siguen el juego" del partido que lidera Oriol Junqueras, este "se los comerá políticamente y electoralmente".

En esta misma línea, Sánchez-Camacho ha recordado que "ERC marcó las políticas del tripartito" y ha constatado que "ahora lo está haciendo con las de CiU". "Los resultados son conocidos: derroche, aumento del déficit, más paro, incremento de los impuestos e inestabilidad económica", ha lamentado. "Las políticas de ERC y CiU siempre acaban con más impuestos y crisis política permanente", ha concluido.

Un nuevo estado independiente, fuera de Europa "por décadas"

La presidenta del PPC también ha dado su opinión sobre otra de las cuestiones de actualidad de la política catalana, el enésimo posicionamiento de la UE sobre el futuro en la UE de un hipotético nuevo estado europeo independiente, que significaría la exclusión automática de los 28.

"Los tratados comunitarios son clarísimos, quien diga que en ninguna parte está escrito, miente", ha explicado Sánchez-Camacho, que ha observado que, para el ingreso en la UE de un nuevo estado fruto de una secesión "se requeriría una unanimidad imposible de los 28 estados miembros para un proceso de adhesión que, en el mejor de los casos, podría durar décadas".

Además, ha señalado que "a ningún estado europeo le interesa crear un precedente que suponga legitimar la fragmentación de una democracia".