Nuevo rifirrafe en el Parlamento autonómico de Cataluña entre partidarios y detractores del bilingüismo escolar. Durante la sesión de control celebrada este miércoles, el diputado autonómico de Ciudadanos Carlos Carrizosa ha instado a la consejera de Enseñanza, Irene Rigau (CiU), a cumplir las sentencias del TSJC que ordenan impartir el 25% de las clases en castellano, y le ha preguntado cuál es el problema en hacerlo.
Rigau ha respondido que el objetivo es conseguir que los alumnos consigan "las competencias lingüísticas" y que eso "no es una cuestión porcentual", aunque, según sus datos, un 13% de los centros escolares en Cataluña utilizan el castellano en alguna parte de alguna asignatura. De nuevo, la consejera ha apelado a la Ley de Educación de Cataluña para desacatar las sentencias de los tribunales.
Carrizosa ha insistido en que incluso "directores de medios digitales soberanistas" critican la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán, por ser "contraproducente y una antigualla", por lo que ha propuesto una educación trilingüe, en castellano, catalán e inglés. Y ha añadido:
"En Cataluña conviven sin problema dos idiomas, el castellano y el catalán, en cambio tenemos un sistema monolingüe como si fuéramos Murcia o Extremadura. ¿No lo ve raro señora Rigau? ¿nuestra riqueza idiomática no debería tener un reflejo en la escuela y en todas las instituciones? Ustedes y las instituciones que les dan soporte no pueden evitarlo y promueven eslóganes que son de traca: un país, una lengua, una escuela. Es un lema que podría suscribir Franco. ERC, CiU y Franco".
Esta comparación no ha gustado a Oriol Amorós (ERC), que la ha calificado de "extrema gravedad" e "insultante", puesto que muchos diputados autonómicos, alcaldes y militantes de su partido fueron fusilados por el bando franquista durante la Guerra Civil.