Empresarios alemanes residentes en Cataluña advierten de las "nefasatas consecuencias" que tendría la secesión

Unos 60 empresarios y directivos, la mayoría de ellos alemanes, han puesto en marcha la plataforma ¿Cataluña sin Europa? ¡No! con la que pretenden advertir de las "nefastas consecuencias" que tendría para Cataluña su eventual independencia de España, puesto que quedaría fuera de la Unión Europea y es "dudoso" que pudiera mantener el euro como moneda.

El colectivo ha presentado este martes un manifiesto titulado Declaración de Barcelona, en el que muestran su preocupación ante las "tendencias independentistas" y denuncian "los peligros de un fervor nacionalista, que en el último siglo ha traído sufrimientos inconmensurables sobre Europa y que tampoco traerá nada bueno para Cataluña". 

Entre los firmantes del texto se encuentran el ex consejero delegado de Thyssen Krupp Materials en España y Portugal y ex vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alemania, Gerhard Esser, y el consejero delegado de Basf España y máximo responsable de la actividad de Basf en el sur de Europa, Erwin Rauhe, quien, no obstante, ha avalado el documento a título individual.

"La mayoría de las empresas piensan igual pero tienen miedo"

De hecho, ese ha sido el caso de cuantos han suscrito el manifiesto, puesto que, según ha explicado Albert Peters, ex presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana, ninguno de ellos quiere un "choque de trenes" y prefieren no poner a sus empresas en compromiso.

El propio Peters ha explicado que los empresarios se mueven por razones de seguridad jurídica. "Hablando se entiende la gente", ha subrayado, para añadir que "invertí en Cataluña con toda mí alma y lo hice con seguridad. ¿Qué hago? ¿Invierto más?", ha comentado. Del mismo modo, el ex presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana ha advertido de que "Croacia se convirtió en estado independiente en 1992 y es miembro de pleno derecho de la UE desde el 1 de julio de 2013".

Pero lo que más ha lamentado Peters es el hecho de que muchos empresarios no han suscrito el texto por miedo. "La mayoría de las empresas piensan igual pero tienen miedo. Uno de los empresarios anoche quería firmarlo", ha relatado, "pero se negó porque tenía miedo de que un consejero de la Generalidad le cancelara una comida. Y eso me da mucha pena, todo el mundo y no solo Rajoy o Artur Mas, tiene que buscar una solución", ha zanjado.