"Un estudio interno experimental y no representativo". Así asegura La Vanguardia que la Generalidad ha definido una encuesta realizada a 1.800 internautas en diciembre pasado -tras conocerse el acuerdo entre CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP sobre las preguntas y la fecha para realizar un referéndum secesionista- en torno a la independencia de Cataluña.

El experimento habría planteado seis posibles escenarios alternativos a los encuestados, ante los cuales destaca que el único que es seguro tras una secesión -que Cataluña quedaría "automáticamente" fuera de la UE- es el que recoge un menor apoyo a la independencia (un 45%).

En otro de los escenarios se planteó que "Cataluña se mantendría dentro de los tratados europeos mientras se encontrara la solución para ingresar como miembro de pleno derecho en la Unión Europea". En ese caso, un 56% de los encuestados apoyaría la independencia, frente a un 26%, que la rechazaría.

Éxito del discurso del "España nos roba"

Sin embargo, el sondeo también preguntó la opinión de los entrevistados si con la secesión Cataluña obtuviese "grandes beneficios económicos y recuperara 16.735 millones de euros que anualmente paga en impuestos a [el resto de] España y que no vuelven", en referencia a los cálculos de las balanzas fiscales realizadas según los criterios defendidos por los nacionalistas. En ese caso, un 60% de los entrevistados optó por la secesión, y solo un 25% se opuso a ella.

Ante la hipótesis de que, con la secesión, "Cataluña sufriría graves consecuencias económicas, las ventas de productos catalanes en España se verían afectadas por un boicot comercial y las dificultades de comerciar con el resto de Europa serían mucho mayores", un 55% de los sondeados apoyó la independencia, y un 32% seguir en España.

En el caso de que el Gobierno se mostrase "dispuesto a negociar un nuevo estatus político para Cataluña dentro del Estado, con nuevas competencias exclusivas y pacto fiscal", un 56% de los encuestados dijo preferir la secesión, frente a un 28% que dijo oponerse a ella.

Y, finalmente, si "el Gobierno español se muestra totalmente cerrado a la posibilidad de negociar un nuevo estatus político para Cataluña dentro de España", un 63% de los entrevistados apostaría por la secesión, y un 25% por seguir en España.