El consejero de la Presidencia de la Generalidad, Francesc Homs, está dedicando esfuerzos en los últimos días a tratar de rebajar la tensión con el Gobierno, y a estas alturas de la partida reconoce que el órdago secesionista "se nos puede ir de las manos" e incluso teme que "puede salir el no" en el referéndum independentista que el Gobierno autonómico ha proyectado para el próximo 9 de noviembre.
Hace un par de semanas Homs tomó parte en una cena con empresarios madrileños a quienes solicitó apoyo para buscar una "salida pactada" al actual conflicto. Durante el encuentro, que tuvo lugar en casa del vicepresidente del F.C. Barcelona Carles Vilarrubí, ex hombre de confianza de Jordi Pujol y figura clave en las relaciones empresariales catalano-madrileñas, el mandatario convergente admitió que la Generalidad "está viendo el precipicio y pide apoyo ante el Gobierno para buscar una solución y, de algunar manera, dar marcha atrás", según una fuente empresarial recogida este viernes por el diario El Mundo.
A la cita acudieron, entre otros, el presidente de Campofrío, Pedro Ballvé; el consejero delegado de Fincorp, Aldo Olcese; el consejero delegado de Roland Berger en España, Jorge Delclaux y la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, quien espetó al consejero que el modo en que la Generalidad está conduciendo el asunto es "impresentable".
Disposición "total y absoluta al diálogo"
Homs, que no ocultó sus dudas acerca del resultado en el hipotético referéndum, cada vez más lejos del sí a la independencia, insistió en cualquier caso en que debe consultarse a los catalanes para que CiU no quede desautorizada y advirtió del peligro de que Cataluña acabe siendo gobernada por ERC, por cierto la gran ausente en el encuentro con dirigentes políticos y empresarios organizado por Luis Conde hace escasas semanas.
De cualquier modo, tanto Homs como Vilarrubí confían en que este mensaje pueda ser trasladado al Gobierno a través de la alta clase empresarial y financiera madrileña, que podría tender puentes de diálogo entre ambas administraciones. Por lo pronto, Olcese participó este jueves en un coloquio de Panel Cívico donde rechazó la secesión, pero se mostró favorable al diálogo con la Generalidad y llegó a proponer que se analizara "si hay cosas en relación con Cataluña que no han ido bien y en las que haya que darles la razón".
Homs, que durante la jornada de ayer asisitó a la inauguración en el centro cultural Blanquerna de Madrid de la exposición '1714. Memoria de una guerra', reiteró su disposición "total y absoluta al diálogo", aun cuando subrayó que debería darse "un diálogo con contenido". Horas antes, en una entrevista para la COPE, admitió que la consulta no podía ser vinculante y que el resultado de la misma debía ser ratificado por todos los españoles.
Nerviosismo en ERC
El referéndum, comentó, "generaría un proceso de negociación donde se deberían modificar, si fuera el caso y como consecuencia de este proceso, todas las leyes necesarias, incluida una reforma de la Constitución". Pero señaló que "la decisión vendría después de un proceso de negociación donde probablemente se debería volver a votar, entonces para todo el mundo".
Homs dice estar "abierto al diálogo", pero insistió en que, según él, el Gobierno ahora no necesita posicionarse sobre el estatus de Cataluña; sí conviene, en cambio, saber qué piensan los catalanes "sobre el futuro de Cataluña", una valoración que ayer mismo compartía el economista y ex ministro socialista Josep Borrell.
Sea como fuere, esta actitud del consejero que, según fuentes citadas por el diario de Unidad Editorial, actúa "en todo momento con autorización de Artur Mas", no ha sentado bien en ERC. "La legitimidad democrática consiste en que los ciudadanos de Cataluña puedan decidir el futuro de Cataluña", reiteró este jueves Oriol Junqueras. "Quien actúa de manera unilateral pone en peligro el mantenimiento del consenso", sentenció el líder independentista.