Política
España "consideraría" la admisión de Escocia en la UE, si su secesión fuese legal
Margallo se declara neutral con respecto al caso escocés, que considera un "asunto interno" británico y, además, "fundamentalmente diferente" de la situación política y jurídica de Cataluña. Al mismo tiempo, asegura que el estatus de un Estado nacido de una escisión no puede mantenerse inalterado en el seno de la UE, pues debería negociar su adhesión. Finalmente, advierte de que una declaración unilateral de independencia dejaría al eventual nuevo Estado "absolutamente aislado" y en un "limbo internacional".
3 febrero, 2014 12:10El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo (PP), ha afirmado este sábado que el Gobierno no interferirá "en los asuntos internos de otros países" y, por lo mismo, ha asegurado que, "si Escocia se independiza de acuerdo con los procedimientos legales e institucionales", en ese caso "no tenemos nada que decir".
Margallo, en una entrevista para el Financial Times, ha insistido en que los casos escocés y catalán son "fundamentalmente diferentes" y que la intención del Ejecutivo en este particular sigue siendo la de impedir el referéndum secesionista promovido por Artur Mas. Ha reconocido, a su vez, que el ordenamiento jurídico británico "parece que permite" que Escocia pueda "escoger la independencia", con lo cual, en la medida en que se trata de un "asunto interno", "nosotros no tenemos nada que decir", ha añadido.
Ahora bien, el titular de Exteriores ha advertido de que, si Escocia se separa del Reino Unido, deberá "solicitar su admisión" en la Unión Europea. Según el rotativo británico, Margallo ha evitado pronunciarse sobre si España vetaría la incorporación de ese hipotético nuevo Estado, pero ha reiterado que sólo "si el proceso [secesionista] ha sido efectivamente legal, sería considerada su petición". "Si no, no", ha apostillado.
"En el limbo internacional"
Esta última aseveración contiene al mismo tiempo dos advertencias para los independentistas catalanes. Por un lado, el ministro ha recordado que un nuevo Estado nacido de la escisión de un Estado miembro de la UE no puede mantener con respecto a esta el mismo estatus que antes de su independencia. Tiene que "ponerse a la cola y pedir la adhesión", ha subrayado.
El proceso es largo y complejo. "Tienen que resolver un montón de problemas", ha indicado Margallo. En primer lugar, el nuevo Estado "tiene que alcanzar el estatus de candidato. Negociar 35 capítulos". Lo anterior tiene que ser ratificado, en segundo lugar, "por las instituciones de la UE. Y después, por los 28 parlamentos nacionales".
Por otro lado, el ministro de Exteriores ha lanzado un mensaje a los líderes catalanes que apuestan por una declaración unilateral de independencia. "Un Estado nacido a través de una declaración unilateral de independencia no obtendría ningún tipo de reconocimiento internacional", ha señalado, para declarar a continuación que estaría "absolutamente aislado en el concierto de naciones".
"Ese Estado no tendría acceso ni al sistema de Naciones Unidas, ni al Banco Mundial o al FMI", ha asegurado el jefe de la diplomacia española, quien ha comparado la situación de ese eventual Estado con los casos de Osetia del Sur o Somalilandia, es decir, regiones que permanecen en el "limbo internacional".