El "acto de protesta" convocado por la corriente crítica nacionalista del PSC Avancem a las puertas de la sede central del partido en la calle Nicaragua de Barcelona -al menos, así lo anunciaba esta mañana el diario Ara- ha reunido a más periodistas que disidentes.
Alrededor de una decena de simpatizantes de la plataforma liderada por Joan Ignasi Elena ha escenificado este miércoles su malestar ante lo que consideran un "proceso de acoso" acompañado de "una presión psicológica de difícil comprensión" contra los tres diputados autonómicos díscolos -Elena, Geli y Ventura- por parte de la dirección del partido.
Así lo recoge una carta que una delegación de los miembros de Avancem ha entregado al presidente de la Comisión de Garantías del PSC, Joan Torres -que estudia un procedimiento disciplinario contra los tres disidentes por romper la disciplina de voto-, después de que la dirección del Grupo Parlamentario Socialista en la Cámara autonómica haya decidido reubicarles en la última fila del hemiciclo, junto a Ciudadanos.
Una decisión "fuera del marco ético" y "alejada de los valores del socialismo"
En opinión de Avancem, la dirección del Grupo Parlamentario "no está habilitada" para "reubicar" a los díscolos puesto que "forma parte del propio conflicto y utiliza su superioridad jerárquica para tomar decisiones".
Muestran su "sorpresa desagradable", "no tanto por el cambio de lugar en sí, sino por el simbolismo que implica en estos momentos", y aseguran sentirse ofendidos "por el trato que han recibido".
También insisten en que esa reubicación "está fuera del marco ético que corresponde a una organización política y alejada de los valores del socialismo, heredero de la tradición obrera y de su combate de más de un siglo a favor de la dignidad de las personas".
Una medida que "sería fuertemente sancionada por la justicia"
"Hay que tener en cuenta que los diputados son personas y como tales han de disfrutar implícitamente de las mismas protecciones éticas y morales de las que disfruta cualquier trabajador en una relación laboral. En el ámbito del trabajo esta medida sería fuertemente sancionada por la justicia", añaden. Una situación que -en la presentación a los medios- han calificado de mobbing.
Por ello, piden a Torres que abra "un período de reflexión" para "valorar esta decisión", que califican de "grave", y le exigen "una respuesta firme".
De igual forma, han entregado una segunda carta -casi idéntica a la primera- dirigida al primer secretario del PSC, Pere Navarro, y a sus tres antecesores en el cargo: José Montilla, Narcís Serra y Raimon Obiols.