El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, ha pedido este lunes a las formaciones políticas que hagan "un gran esfuerzo" que "ayude a todos", al "conjunto del país", a resolver la tensión política generada por el independentismo catalán y que permita "tirar para adelante" la economía ahora que, a su juicio, España ha entrado en una fase de crecimiento "sostenido pero constante".
Fainé ya había anunciado anteriormente su disconformidad con la deriva que ha tomado el secesionismo capitaneado por Mas y Junqueras. Esta vez el máximo responsable de la Caixa, en declaraciones a la prensa en la residencia del embajador español en Washington, ha asegurado que, si bien los mercados financieros no han acusado el intenso debate interno español, "hasta el día de hoy no han descontado ese problema".
Por su parte el director del Instituto de Empresa Familiar y del Consejo Empresarial para la Competitividad -organismo que se reúne mañana en Washington y cuyos miembros tendrán un encuentro con Rajoy-, ha advertido que hace falta "mucho diálogo" para solventar el desaguisado político en el que se ha metido España mientras se prolonga el órdago separatista y ha recetado "juicio" para "reconducir" la situación.
"Asunto interno de España"
Junto al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el presidente de La Caixa ha estado presente en el acto de imposición de la Gran Cruz de Isabel la Católica al senador demócrata Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Exteriores del Senado de Estados Unidos y del US Spain Council, quien por lo demás ha salido al paso de las preguntas de los periodistas sobre el separatismo catalán repitiendo lo que tantos otros líderes han dicho ya: es un "asunto interno de España".
El US Spain Council tiene el cometido de aproximar a los grandes empresarios de ambos países. Desde allí, Fainé ha subrayado que las empresas españolas, incluidas las catalanas, pueden "crecer más" de como vienen haciéndolo puesto que, a su parecer, "estamos en el Paleolítico superior en cuanto a posibilidades de crecimiento", y ha lamentado la poca presencia en los supermercados del mundo que, según afirma, aquejan los productos españoles.