Los críticos de los sectores nacionalistas del PSC no se resignan. A pesar de que la dirección del partido ha dejado clara su postura y ha recalcado que, en la votación de este jueves en el Parlamento autonómico para trasladar al Congreso la petición para celebrar un referéndum independentista todos los diputados socialistas tienen que acatar la decisión de noviembre del Consejo Nacional -tomada por arrolladora mayoría- y votar 'no', los críticos confían aun en pactar una abstención, o incluso la libertad de voto.
Así lo ha manifestado este lunes el líder de la corriente nacionalista Avancem, Joan Ignasi Elena, uno de los cinco diputados que ahora hace un año ya rompieron la disciplina interna al negarse a votar 'no' a la declaración de soberanía que aprobó el Parlamento autonómico, junto con Àngel Ros, Marina Geli, Rocío Martínez Sampere y Núria Ventura.
Elena, en declaraciones a los medios a la salida de la reunión de la ejecutiva socialista, se ha mostrado esperanzado en que la dirección socialista acabe aceptando su petición de cambiar el 'no' por una abstención en la votación del jueves, o bien que dé libertad de voto a los diputados.
Una pretensión que choca frontalmente con las palabras de hoy mismo del portavoz parlamentario del PSC, Mauricio Lucena, que ha asegurado que los críticos han aceptado con "deportividad" los planteamientos de la dirección, que ha recordado que el Consejo Nacional del partido ya se manifestó claramente sobre esta votación, y que su mandato es que hay que votar 'no'.
En todo caso, Elena ha explicado que los críticos seguirán negociando con Nicaragua. En primer lugar, en la reunión del grupo parlamentario prevista para mañana martes. Y ha afirmado que la negociación podría mantenerse hasta el mismo día de la votación, este jueves. "Seguiremos hablando, se tiene que buscar una vía de entente", ha dicho Elena.
El resto de partidos, presionando al PSC
Además de la presión de los críticos nacionalistas, la dirección del PSC sigue recibiendo también la de otras formaciones políticas. Si ayer fueron CiU, ERC e ICV-EUiA -las fuerzas que pactaron fecha y dos preguntas para la consulta- quienes conminaron a los socialistas para que se sumen a su proyecto, hoy las presiones se han repetido. Desde uno y otro lado.
Por parte de CDC, su vicesecretario de Coordinación Institucional, Lluís Corominas, ha instado al PSC a situarse "junto a la democracia" votando 'sí' el jueves en el Parlamento autonómico. "Estamos en un momento histórico", ha dicho Corominas, que cree que ahora "o se está junto a la democracia o [al lado] de los que no quieren que los catalanes podamos votar".
Desde ERC, su portavoz adjunto en el Parlamento autonómico, Oriol Amorós, ha apuntado que si el PSC vota 'no' este jueves estará infringiendo su propio programa electoral, que pedía una consulta legal y acordada con el Gobierno. A la vez, ha opinado que si los críticos nacionalistas rompieran la disciplina de voto del PSC sí que estarían siendo fieles al programa electoral, y ha pedido a Nicaragua que no los expulse si se da este caso.
Finalmente, el PP catalán ha presionado a los socialistas en sentido contrario. Su portavoz parlamentario, Enric Millo, ha reclamado al PSC que mantenga la unidad de sus diputados, y que todos ellos se muestren "fuertes y firmes" junto a las leyes democráticas y en contra de los que pretenden vulnerarlas.