Uno de los asuntos más polémicos de la semana, la filtración por error, a los medios y al público en general, de una operación antiterrorista antes de que esta empezara, se ha cerrado este viernes con un solo responsable: el jefe de comunicación del Ministerio del Interior, Albert Gimeno.
El ministro del Interior, Jorge Fernandez Díaz, ha aceptado esta mañana la dimisión de Gimeno, que este presentó la noche anterior, según ha explicado el propio Ministerio en un comunicado. En la nota, el Ministerio destaca la "profesionalidad, lealtad y sentido del deber" de Gimeno en los dos años en que ha sido jefe de Comunicación de Fernández Díaz.
Gimeno, que se encontraba en excedencia en La Vanguardia, había desarrollado diversos cargos en el rotativo del Grupo Godó, incluyendo los de subdirector de su suplemento dominical y redactor jefe de la sección Vivir.
El error de Interior
Los hechos que han ocasionado su dimisión se produjeron el miércoles, cuando Interior emitió una nota de prensa y publicó un tuit en el que informaba de que agentes de la Guardia Civil estaban practicando detenciones de miembros de ETA.
Cuando se publicó esta información, en cambio, los agentes todavía no habían abandonado el cuartel, y sólo después se dirigieron al local de Bilbao donde se encontraban reunidos los ocho supuestos miembros de ETA ahora detenidos, lo cual se sospecha que podría haber dado tiempo porque los presuntos etarras ocultaran o destruyeran información relevante.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional abrió el jueves diligencias informativas por los hechos, e investigará si podrían derivarse responsabilidades penales de la actuación del Ministerio, aunque cree que el anuncio anticipado fue un simple error humano.