Aunque el Rey ha empezado su mensaje de Navidad de este año mostrando su solidaridad con los ciudadanos afectados por una crisis económica "de una duración y magnitud desconocidas en la historia reciente de la Unión Europea", el tema principal del discurso ha sido el desafío independentista planteado por el presidente de la Generalidad, Artur Mas.
Así, el monarca ha apelado al "funcionamiento del Estado de Derecho para que la ejemplaridad presida las instituciones, para que se cumplan y hagan cumplir la Constitución y las leyes, y para que las diferencias y las controversias se resuelvan con arreglo a las reglas de juego democráticas aprobadas por todos".
"El respeto de esas reglas es la garantía de nuestra convivencia y la fortaleza de nuestra democracia. Esta es una verdad incuestionable que debemos tener muy en cuenta", ha subrayado.
"Diálogo", "generosidad para saber ceder" y "llegar a acuerdos"
Sin embargo, el Rey también ha pedido "generosidad para saber ceder cuando es preciso, para comprender las razones del otro y para hacer del diálogo el método prioritario y más eficaz de solución de los problemas colectivos".
"Invito a las fuerzas políticas a que, sin renunciar a sus ideas, superen sus diferencias para llegar a acuerdos que a todos beneficien y que hagan posibles las reformas necesarias para afrontar un futuro marcado por la prosperidad, la justicia y la igualdad de oportunidades para todos", ha añadido.
Reivindica la Constitución, pero reconoce necesaria una "actualización"
El monarca ha aprovechado la oportunidad para reivindicar la Constitución, que ha calificado de "logro histórico":
"Puedo decir que el sistema político que nació con la Constitución de 1978 nos ha proporcionado el período más dilatado de libertad, convivencia y prosperidad de toda nuestra historia y de reconocimiento efectivo de la diversidad que compone nuestra realidad. Conviene que lo tengamos bien presente, pues a menudo se pretende que lo ignoremos o lo olvidemos cuando se proclama una supuesta decadencia de nuestra sociedad y de nuestras instituciones".
Pese a ello, ha reconocido "la necesidad de mejorar en muchos aspectos la calidad de nuestra democracia", ya que "es verdad que hay voces en nuestra sociedad que quieren una actualización de los acuerdos de convivencia".
"Esa crucial tarea de modernización y regeneración no es competencia exclusiva de los responsables políticos. También lo es de los agentes económicos y sociales y de la sociedad en su conjunto a través de sus estructuras organizativas", ha insistido.
Apela a la unidad y a seguir "juntos"
Juan Carlos I ha destacado que "siempre hemos sabido los españoles salir juntos de los [momentos] malos y construir juntos los buenos".
"Durante muchos años, juntos hemos caminado en la construcción de nuestra democracia, juntos hemos resuelto problemas no más fáciles que los que hoy afrontamos, y siempre con la ambición de llegar a un objetivo común. Pues bien, juntos debemos seguir construyendo nuestro futuro porque nos unen y nos deben seguir uniendo muchísimas cosas", ha indicado, antes de enumerar esas cosas:
"Nos une el afán de asegurar un porvenir sólido, justo y lleno de oportunidades. Nos unen la intensidad de los afectos y lazos históricos, las culturas que compartimos, la convivencia de nuestras lenguas, la aceptación del diferente. Nos une la extraordinaria riqueza de un país diverso, de culturas y sensibilidades distintas. Nos une la solidaridad que siempre demostramos ante las grandes adversidades, ante las desigualdades sociales y territoriales, ante las necesidades de nuestros vecinos. Y nos une y nos debe seguir uniendo el sentimiento de comunidad que recientemente expresaba el Príncipe de Asturias: España es una gran Nación que vale la pena vivir y querer, y por la que merece la pena luchar".
"Diversidad" de una "España abierta en la que cabemos todos"
En todo caso, ha insistido el Rey, esa unidad se traduce en un "modelo de nación" que se corresponde con el de "un país libre, justo y unido dentro de su diversidad". Porque la Corona "cree en esa España abierta en la que cabemos todos. Y cree que esa España es la que entre todos debemos seguir construyendo".
Por ello, ha comprometido "mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica, en el desempeño fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional, de acuerdo con los principios y valores que han impulsado nuestro progreso como sociedad".
Terrorismo, ayuda de los pensionistas, ejemplaridad y transparencia
En otro orden de cosas, el Rey ha tenido un recuerdo "muy especial y emocionado" para las víctimas del terrorismo. "Sé que estáis pasando momentos especialmente difíciles", les ha dicho.
También ha mostrado su apoyo a los parados ("para mí, la crisis empezará a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar"), los emprededores, los empresarios, los autónomos, los funcionarios, los inmigrantes y, de forma destacada, ha trasladado su agradecimiento a los pensionistas, "que estáis siendo el soporte de muchas economías familiares".
Por último, otro de los aspectos tratados ha sido "los casos de falta de ejemplaridad en la vida pública" que "han afectado al prestigio de la política y de las instituciones". Por ello, ha reclamado "un profundo cambio de actitud y un compromiso ético en todos los ámbitos de la vida política, económica y social que satisfaga las exigencias imprescindibles en una democracia". Y ha querido transmitir la determinación de que asume "las exigencias de ejemplaridad y transparencia que hoy reclama la sociedad".