Amnistía Internacional rechaza convertirse en un instrumento político del nacionalismo

La sección española de Amnistía Internacional (AI) ha rechazado que la gala de entrega del Premio Ambassador of Conscience, que esta ONG concede a quienes promueven la defensa de los derechos humanos, deba celebrarse en Barcelona en 2014 en el marco de la programación de los actos conmemorativos del tricentenario de 1714, promovidos por la Generalidad y por el Ayuntamiento de Barcelona en clave nacionalista.

La fundación Art for Amnesty, vinculada a AI, era la encargada de la organización del evento, que ya había sido incluido en el programa del tricentenario de 1714 y que estaba previsto para el próximo 19 de marzo en el Palau de la Música Catalana. Sin embargo, y según explica en un comunicado el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), esta fundación ha dado "marcha atrás".

El humorista y empresario Toni Soler, encargado de los actos que celebra el Ayuntamiento, ha declarado, en una entrevista para Rac1, "estar enfadado, porque era uno de los actos que nos ilusionaban más". Además, ha asegurado estar "cabreado" también "porque hemos intentado que el tricentenario no hable estrictamente de temas domésticos, sino que pueda relacionarse con valores univerales, como son las libertades y los derechos humanos".

"Somos víctimas de este tipo de bloqueos"

Sin embargo, como ha reconocido el propio Soler, la organización del tricentenario "pretendía aprovechar" el evento para resaltar el compromiso de la ciudad con las libertades civiles y los derechos humanos de acuerdo con el eslogan "Vivir Libre". "Para nosotros 1714 representa también la lucha contra el absolutismo, por ejemplo", ha añadido.

Según el comisario de los actos conmemorativos del asedio de Barcelona, la sección española de AI "tenía mucho miedo de que el acto se utilizara de un modo político". Sin embargo, Soler ha asegurado una y otra vez que la organización de la gala era responsabilidad de la fundación y que desde el Ayuntamiento "poníamos en sus manos el desarrollo del acto, su guion, letra por letra, pero nos dijeron que no había nada sobre lo que discutir".

"Sólo queríamos hacer notar la coincidencia del acto con una celebración que también es un homenaje a los derechos civiles como valor de carácter universal", ha insistido Soler. "No lo entiendo, pero lo comprendo", ha proseguido Soler. "No quieren que el tricentenario pueda asociarse a valores universales como a los que nosotros nos interesa destacar", ha lamentado, para remachar que, en su opinión, "somos víctimas de este tipo de bloqueos".

Posteriormente a estas declaraciones, AI ha emitido un comunicado en el que señala que "las celebraciones de carácter histórico, como el tricentenario, no son el marco natural que corresponde a trabajo de AI, una organización de defensa de los derechos humanos, que salvaguarda por encima de todo su imparcialidad y no quiere en ningún caso ser malinterpretada en su trabajo, incluyendo las autoridades estales y catalanas".

El Ambassador of Conscience, considerado uno de los más importantes premios en materia de derechos humanos, recayó en anteriores ediciones sobre personalidades como Aung San Suu Kyi, Peter Gabriel, Nelson Mandela, U2, Václav Havel o Malala Yousafzai, quien lo ha recibido este año. Desde ahora tendrá que buscar otra sede para la próxima edición.