El ex general Alfonso Armada fallecido este domingo en Madrid a los 93 años. Armada fue uno de los principales protagonistas del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que puso en jaque la incipiente democracia española. El ex general fue condenado a 30 años de cárcel. Luego, en 1988, fue indultado.
El marqués de Santa Cruz de Rivadulla murió en El Hospital de Madrid y será enterrado en el cementerio de San Isidro de Madrid. Armada falleció tras un paro cardíaco después de varias semanas ingresado y en un estado muy delicado, según explicaron fuentes de la familia a Efe. Tuvo diez hijos.
El protagonismo de Armada en el 23-F se debió a que había sido secretario general de la Casa del Rey. En febrero de 2011, cuando se cumplían 30 años de la intentona golpista cuya cabeza visible era Antonio Tejero, que entró en el Congreso con decenas de guardias civiles (unos 200), el día de la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, se mostró "muy satisfecho" de su papel durante aquel día: "Informé, obedecí y saqué a los diputados".
Negó ser un golpista
Armada fue profesor en distintas escuelas militares, en 1954 fue designado instructor militar del entonces Príncipe Juan Carlos para, en 1965, ocupar el cargo de Jefe de la Secretaría del Príncipe. En diciembre de 1975, una vez que Don Juan Carlos ascendió al trono, fue nombrado secretario general de la Casa del Rey, puesto del que fue cesado en octubre de 1977 y sustituido por Sabino Fernández Campo.
Como general de brigada fue profesor principal de la Escuela Superior del Ejército y, en 1979, general jefe de la División de Montaña Urgel y gobernador militar de Lérida. En febrero de 1981, días antes del intento de golpe de Estado, el general de división Armada Comyn fue nombrado segundo jefe del Estado Mayor del Ejército.
Su participación en la trama golpista fue conocida en el momento de su destitución y arresto el día 28 de febrero, cinco días después. Según los planes de los golpistas, confesados por Tejero y que empezaron en 1980, el general era la persona en la que recaería la Presidencia del Gobierno en caso de que hubiera triunfado el golpe y con un Gobierno de concentración. Armada siempre negó haber participado en el golpe.
El Rey
El intento del golpe de Estado quedó desbaratado totalmente cuando el Rey anunció por la televisión -vestido de militar- que la Corona estaba con la democracia, la Constitución y con los representantes del pueblo que estaban secuestrados por Tejero en el Congreso. Juan Carlos I contactó con los capitanes generales de las regiones y la Junta de Jefes de Estado Mayor tomó medidas para reprimir todo atentado contra la Carta Magna.
Mientras el Gobierno estuvo recluido en la Cámara Baja, el vacío del poder ejecutivo fue asumido, temporalmente, por un Gobierno provisional constituido por los subsecretarios de todos los ministerios, que no se encontraban en el Congreso en 23-F. A las seis de la mañana del 24 de febrero, tras la retirada de los tanques de las calles de Valencia, al mando de los que estaba Miláns del Bosch, el país quedó bajo control democrático.
En el Congreso, a las nueve de la mañana, el teniente coronel de la Guardia Civil Tejero firmó su rendición en el llamado Pacto del Capó, en la que se establecía que no se pidieran responsabilidades de teniente hacia abajo, petición que fue aceptada por la cadena de mando militar. Fue Armada el que acudió al Congreso para, según éste, convencer a Tejero de que se rindiera.
Armada salió en libertad -indultado por el Gobierno de Felipe González- el 23 de diciembre de 1989, solo seis años después de la intentona golpista y su condena por haber participado en él. Algunos consideran que Armada fue el cabecilla de una trama que pudo haber acabado con la España democrática. En 2013 se cumplen 35 años de la pervivencia de la Constitución contra la que actuaron los militares.