El Congreso ha aprobado definitivamente, este jueves, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) con el apoyo de 182 diputados (PP). La oposición -menos dos abstenciones de UPN- ha votado en contra: 143 diputados. Esta es la séptima reforma educativa de la democracia y la ha liderado el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert (PP).
Pese a ser la séptima reforma educativa es la primera que se aplicará aprobada bajo un Gobierno conservador, pues la anterior norma educativa aprobada por la mayoría del PP en las Cortes Generales fue derogada por el PSOE, al llegar al Gobierno el entonces líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Así ocurrirá también con la ley Wert, en cuanto los populares pierdan la mayoría absoluta en el Congreso, según han asegurado los grupos de la oposición. Además, algunos partidos han anunciado que llevarán preceptos de la nueva ley ante el Tribunal Constitucional (TC).
Español, lengua vehicular por ley
El tema más polémico en Cataluña es la incorporación en una ley nacional que el castellano o español es lengua vehicular en toda España. En las CCAA con una lengua autonómica, además, este grado para la lengua española no puede quedar relegado, como tampoco la lengua cooficial, la lengua catalana para el caso de Cataluña.
Para aplicar esta norma, en esta caso, pese a que la consejera de Enseñanza de la Generalidad, Irene Rigau (CiU), ha anunciado que no cumplirá la LOMCE, el Gobierno ha establecido un mecanismo -para burlar el incumplimiento de la norma- adelantando el dinero del colegio privado que la familia elija para que su hijo pueda estudiar con el español como lengua vehicular, junto al catalán. Este dinero se descontará de la financiación que el Gobierno transfiere a la Generalidad.
Las asignaturas de Primaria, Secundaria y Bachillerato se distribuyen en troncales, específicas y de libre configuración autonómica. El Ministerio determinará los contenidos y el horario mínimo de las troncales (entre las que figuran Lengua Castellana, Matemáticas, Ciencias o Idioma extranjero).
Por su parte, los gobiernos autonómicos fijarán el currículum de las asignaturas específicas y sus criterios de evaluación (como Educación física o Música) y las de libre configuración (como Lengua Catalana, en el caso de Cataluña, que tendrá un tratamiento exactamente idéntico al de Lengua Castellana).
Evaluaciones y religión
La ley Wert suprime la Selectividad y establece evaluaciones a nivel nacional y externas de competencias básicas al final de la Secundaria y del Bachillerato. En Primaria, además, los colegios tendrán que hacer una prueba -determinada por cada gobierno autonómico- para detectar las dificultades de aprendizaje al terminar 3º y 6º.
Al finalizar la Secundaria se realizará una evaluación individualizada y externa, que se necesitará aprobar para obtener el título de la ESO y poder acceder al Bachillerato. Este tendrá las modalidades de ciencias, humanidades, ciencias sociales y artes. Y tendrá una evaluación final para obtener el título y acceder a la universidad.
En cuanto al tema de la asignatura de religión, la LOMCE establece que en Primaria y Secundaria los alumnos que quieran podrán matricularse en religión confesional o una asignatura alternativa de valores. La calificación de ambas asignaturas contará en la media de las notas, pero no se examinarán de ellas en la evalución final. Eduación para la Ciudadanía deja de existir en el currículo.
Wert llamará a Rigau
Otra modificación en relación a la norma que se aplica en este curso es lo referido a los alumnos repetidores. No se podrá pasar de curso con más de dos suspensos si son lengua (ya sea la Castellana o la Catalana, para el caso de Cataluña) y Matemáticas.
Tras aprobar la norma, el ministro ha anunciado que llamará a los 17 consejeros autonómicos del ramo para invitarles a colaborar para poner en marcha la ley educativa, que estará operativa a partir del curso 2014-2015 en la Educación Primaria y la Formación Profesional; y a partir del curso 2015-2016, para la Eduación Secundaria y el Bachillerato. La primera reválida se hará en 2017 y la Selectividad dejará de existir en 2018.
En la misma sesión de la Cámara Baja, Wert ha salvado una reprobación presentada por el PSOE (que, curiosamente, ha contado con el voto favorable por error de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría).