El Gobierno del Reino Unido ha destacado este miércoles las diferencias entre el proceso independentista de Escocia y el proyecto secesionista del presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas.
En un encuentro con periodistas extranjeros, el ministro para Escocia del Gobierno británico, Alistair Carmichael, ha asegurado que no se puede comparar el caso escocés con la situación en Cataluña debido a las diferencias entre las legislaciones del Reino Unido y de España.
"El esquema constitucional es muy diferente en cada caso", ha señalado, ya que "en España, la decisión [sobre la hipotética secesión de un territorio] correspondería a todo el país", mientras que en el Reino Unido la posible independencia de Escocia "es un aspecto que han de decidir los propios escoceses".
Según recogen Expansión y La Vanguardia, Carmichael (miembro del Partido Liberal Demócrata) ha asegurado que no ha habido conversaciones entre la Generalidad y el Gobierno británico en relación al referéndum independentista escocés -que se celebrará el 18 de septiembre de 2014- y su posible traslación a Cataluña. El ministro británico ha advertido de que "cualquier conversación sobre este asunto sería con el Gobierno español", "no a nivel autonómico", ha insistido.
"Nada se puede dar por hecho"
Por otra parte, Carmichael -escocés de nacimiento y recientemente nombrado como ministro para Escocia- ha acusado a los independentistas escoceses de "deshonestos" por pretender abandonar el Reino Unido, pero no sus ventajas, como la libra esterlina, el Banco de Inglaterra y los astilleros militares de Glasgow.
Además, ha destacado que una Escocia independiente registraría un "importante déficit en su economía", lo que la obligaría a realizar un ajuste fiscal en sus presupuestos, y ha recordado que la secesión les dejaría fuera de la Unión Europea.
Sin embargo, y a pesar de que las encuestas dan una clara ventaja a los partidarios de que Escocia siga en el Reino Unido, el alto porcentaje de indecisos (cerca de un 20%) lleva a Carmichael a advertir de que "todo puede cambiar" y "es posible" de que los independentistas puedan ganar el referéndum, por lo que "nada se puede dar por hecho".