Las primarias del PSC para elegir su candidato a las municipales en Barcelona empiezan a coger forma. El partido ha presentado este viernes una primera propuesta de reglamento para estas primarias, con dos rasgos muy significativos: plantean hacerlas a doble vuelta, y abiertas a la participación, no sólo de afiliados, sino también de simpatizantes.
La propuesta la ha presentado, en rueda de prensa, el primer secretario de la Federación del PSC de Barcelona, Carles Martí, precisando que no es todavía un reglamento definitivo, sino un "documento para el debate", que tiene que tomar una redacción definitiva en una convención del partido el día 30, y que se aprobará definitivamente el 19 de diciembre, en el Consejo de Federación de los socialistas barceloneses. En un Consejo posterior, probablemente en enero, se decidirá la fecha de las votaciones. Una fecha que, muy probablemente, se situará en el segundo o el tercer trimestre de 2014, entre un año y nueve meses antes de las elecciones municipales de mayo de 2015.
El borrador del reglamento que ha presentado Martí plantea unas primarias abiertas. Es decir, donde podrán votar los militantes de la federación, pero también simpatizantes. Las condiciones para acreditarse como simpatizante serán tener más de 16 años, ser residente a la ciudad de Barcelona y tener nacionalidad española, comunitaria, o permiso de residencia. Además, habrá que firmar un documento de "apoyo a los valores y principios del PSC", y hacer una aportación económica de un euro. El documento precisa que "se garantizará la confidencialidad del electorado, y sólo quien lo autorice continuará registrado".
Serán necesarios avales de afiliados y también de simpatizantes
El papel de los simpatizantes también es importante en cuanto a la presentación de los avales por parte de los candidatos. Estos tendrán que recoger el apoyo de entre el 10% y el 15% de los militantes socialistas de Barcelona, o entre el 10% y el 15% del miembros del Consejo de Federación y, además, el de mil simpatizantes no afiliados. Martí ha justificado esta última condición explicando que, de esta forma, el partido se asegura que los candidatos que opten al proceso de primarias "tengan apoyo interno y externo".
El documento precisa que "no se podrán presentar más avales del máximo establecido para garantizar la pluralidad de candidaturas". Igualmente, cada militante sólo podrá avalar un candidato. El período para recoger los avales durará entre cuatro y seis semanas, y la campaña electoral tendrá esta misma duración.
El documento plantea unas primarias con voto presencial y a doble vuelta -en el probable caso de que haya más de dos aspirantes-. Para ser elegido en una primera votación, el candidato vencedor tendría que obtener al menos un 40% de los votos, además de una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. Si no se dan estas condiciones, una semana después se celebraría una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.
Además, el texto también pone unos límites al coste de la campaña. Cada aspirante puede emplear un máximo de 50.000 euros. De esta cantidad, el candidato sólo puede poner de su bolsillo hasta 10.000 euros, mientras que el resto sólo puede provenir de aportaciones de particulares, con un máximo de 1.000 euros cada aportación.
Finalmente, los candidatos a las primarias deberán dejar sus cargos en el partido, a pesar de que podrán mantener sus cargos institucionales. Pese a que todos los posibles aspirantes tienen cargos orgánicos en el PSC -en la Ejecutiva nacional o en la de Barcelona-, el más afectado por este punto sería -si finalmente se presenta-, Jaume Collboni, que tendría que dejar de ser portavoz del partido. Un cargo que le convierte, de largo, en el posible aspirante con más visibilidad. En este sentido, desde la federación barcelonesa del PSC se ha precisado a CRÓNICA GLOBAL que este punto se acordó en el congreso del PSC de Barcelona de febrero del año pasado. Por lo tanto, cuando todavía no había ningún nombre de ningún aspirante sobre la mesa.
Los oficialistas y los críticos
El proceso de primarias tiene ya dos candidatos anunciados, y otros cuatro nombres que suenan en las quinielas. El primero en confirmar sus aspiraciones fue el actual número uno del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí -que también tendría que dejar su cargo en la Ejecutiva del PSC-, y ayer jueves lo hizo la regidora Carmen Andrés. Además, hay otros posibles nombres de dirigentes del PSC de fuera del consistorio.
Uno de los que ha sido sonando con más fuerza ha sido el ya mencionado Collboni, que podría ejercer el papel de candidato oficialista. Un papel que también podría jugar el diputado en el Congreso Albert Soler, recientemente nombrado coordinador de los diputados y senadores del PSC en las Cortes.
Por último, también han surgido los nombres de la diputada autonómica Rocío Martínez-Sampere y de la ex parlamentaria autonómica Laia Bonet. Las dos pueden considerarse como más alejadas de la cúpula del PSC. Sobre todo, Bonet, considerada como integrante del ala nacionalista del partido, que con la llegada de Navarro al poder en Nicaragua pasó de ser portavoz adjunta en el Parlamento autonómico a quedarse sin escaño. Pero también Martínez-Sampere ha tenido sus desencuentros con la cúpula. Especialmente, en enero pasado, después de desobedecer la consigna de la dirección de votar contra la Declaración independentista en el Parlamento autonómico.
Jordi Martí, finalmente, a pesar de ser el sucesor del ex alcalde Jordi Hereu como número uno socialista en el Consistorio, se ha alejado drásticamente de la línea de Nicaragua -y de la línea del propio Carles Martí- en los últimos meses, después de que se haya significado en varias ocasiones contra las posiciones de la cúpula socialista en cuanto al "derecho a decidir".