"Las heridas existentes entre CDC y UDC son tan graves que, a día de hoy, no se puede pensar en una curación, sino en una muerte, después de una agonía aún difícil de precisar", me dice una fuente de las altas esferas de UDC.
Añade que, en la última reunión del comité ejecutivo de la federación de los dos partidos, Duran i Lleida afirmó: "En UDC no nos da miedo ir solos a las elecciones". Posteriormente, la encuesta de El Periódico le ha dado la razón, al estimar que un mínimo del 25% de los votantes de CiU se inclinarían por votar una lista de UDC.
La fuente me precisa que una de las razones de la acentuación de la crisis entre los dos partidos fue el intento de CDC de crear una escisión dentro de UDC. "No fue un intento impreciso -me dice la fuente- sino una operación real. Fue confirmada en la reunión de cuadros comarcales en Bellaterra que tú revelaste. Se quiso atraer más que nada a los miembros del Gobierno de la Generalidad que son de UDC. Fue un fracaso para CDC. Pero cuando se llega a estos grados de mala fe, resulta imposible perdonarlo".
CDC, queriendo escindir UDC
El dirigente informante revela que "Mas y Duran han estado entre cuatro y cinco meses sin tener una reunión a solas y en profundidad. Sólo se ven en reuniones colectivas -y en verano, ni eso- o bien se envían mensajes. La relación es de una gran debilidad. Naturalmente, creo que la culpa es enteramente de Mas".
El dirigente informante discrepa respecto a que haya problemas en el seno de la cúpula de CDC. "La única novedad -dice- es que, por primera vez, Francesc Homs admite que está desconcertado. Hasta ahora era el más iluminado de todos".
Homs también está inquieto por el regreso a la política activa dentro de CDC de Agustí Colomines, que en marzo pasado dimitió de la fundación del partido, CatDem. Esto había sido silenciado, hasta hoy. Colomines ha participado recientemente en conferencias o seminarios internos de CDC sobre la "creación de estructuras de Estado", una de las quimeras predilectas de Mas.
Política de silencio y semanas terroríficas
Otra fuente, esta, de la dirección de CDC, me confirma lo que acabo de escribir. Pero precisa que "hemos puesto un parche a la discusión pública entre dirigentes de CDC y de UDC, porque vemos que nos hacía daño a ambos, si bien los problemas perduran".
Añade que en la última reunión de la dirección de CDC "se aprobó distinguirnos como sea de ERC. Ahora bien, nadie sabe cómo hacerlo, porque es verdad que estamos lanzados a un choque de trenes, como quiere ERC. Estamos encajonados entre continuar siguiendo los pasos de ERC o bien acercarnos a UDC. En la práctica, no nos queda espacio. Ahora estamos regalando una gran parte de nuestro voto a ERC. Y si nos moviéramos hacia la moderación daríamos otra parte a UDC".
La fuente cree que "la alternativa sería hacer una política de gobierno más atrayente desde la Generalidad, pero, por las razones que sea, tan sólo proponerlo es soñar despierto. Además, creo que en temas concretos, como la sanidad, la enseñanza y la función pública, nos esperan unas semanas terroríficas. Por eso creo que ERC está definitivamente decidida a no entrar en el Gobierno [autonómico], tanto antes de la aprobación del presupuesto, como después".
Las dos fuentes, con las que hablo separadamente, sin citar a ninguno el nombre del otro, creen que ERC aprobará los presupuestos pero teatralizando mucho que son los de CDC.
Mas, sin alternativa
La fuente de CDC me dice: "Estoy convencido de que, en los puntos más impopulares y realmente negativos del presupuesto, ERC impondrá textos que la exoneren de responsabilidad, con redactados ambiguos que dejan mucho margen a la vía reglamentaria, es decir al Gobierno de la Generalidad. Así, ERC se podría lavar las manos, continuando dominando el ejecutivo, pero desde fuera y sin quemarse, o haciéndolo mucho menos que CDC".
Respecto a si hay una oposición articulada en contra de Mas dentro de CDC, las dos fuentes coinciden en decir que no, que no existe. La fuente de CDC hace una precisión muy lógica.
Me dice:
"Desaparecido Lluís Recoder (que acaba de felicitarse de haberse alejado de la política) no hay nadie que quiera aparecer como la alternativa a Mas. Hay cenas de amigos, todos de CDC, en muchas comarcas, donde se comparten inquietudes, en términos muy prudentes, por no decir de puro miedo. A quien levante la cabeza, se le cortará, Mas no tiene manías y puede ser despiadado. Ahora bien, creo que la alternativa surgirá en comarcas y la protagonizará un alcalde o un cargo comparable, de CDC. Lo intuyo al estar atento a los que se mueven y por qué se mueven: no quieren perder el cargo que tienen".
Añade que "será alguien con el perfil de Santi Vila, que incluso dio la impresión de quererlo ser. Sólo duró unas horas. Ahora no se mueve". La fuente de CDC expone argumentos interesantes para apoyar lo que, al fin y al cabo, sólo es una tesis, bastante buena, pero una tesis.
Sólo falta saber quién será Brutus y cuándo caen los idus de marzo, a pesar de que Mas quede muy por debajo de Cicerón. De momento, lo que está claro es que CDC se comporta como si fuera un partido de gregarios, capaces de hacer aún los mismos castillos en el aire que Mas.
En todo caso, haciendo una interpretación amplia de la jurisprudencia establecida por el maravilloso Tribunal por Crímenes de Guerra de Nuremberg, cargarse (en el caso de Mas, sólo políticamente) a un personaje que ha causado tanto daño a su propio país no sólo parece lícito sino necesario y urgente.
El miedo a perder la silla
La fuente añade que "los dirigentes comarcales de CDC no pueden quedarse quietos si ven que la mayoría (o una buena parte) de los ayuntamientos que ocupan pueden pasar a manos de ERC en las municipales de 2015. Esto puede ser un detonante imparable. Pero antes hay otros imponderables".
Tanto el dirigente de UDC cómo el de CDC creen y argumentan que las inmensas expectativas de pérdida de voto de CiU tendrían que crear ya tensiones dentro de CDC. Pero por ahora no saben verlas.
Se añade el cambio de rumbo de La Vanguardia, si bien no se puede esperar que produzca frutos inmediatos. De momento, habrá bajado el gasto telefónico de Homs, personaje que, ay, continuará llamando y mandando respecto a TV3, Catalunya Ràdio, Ara y El Punt Avui, así como en otros panfletos milenaristas.