El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado una resolución del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad por la que se establece que los medicamentos dispensados en farmacias hospitalarias para pacientes crónicos o con enfermedades graves no ingresados dejarán de ser gratuitos.
Hasta ahora, el copago no había afectado a este grupo de alrededor de 42 fármacos, pero conforme a la resolución ministerial de este jueves, según ha recogido El País, la compra de estos productos supondrá, a partir del 1 de octubre, un copago máximo del 10% del precio por envase.
La intención del Ministerio es "equiparar las dispensaciones mediante receta médica y orden de dispensación hospitalaria", modificando a tal efecto las condiciones de financiación pública de los medicamentos. La medida afecta a aquellos productos que tradicionalmente se vendían en farmacias ordinarias, pero que en los últimos tiempos las CCAA decidieron trasladar a los hospitales para controlar su dispensación y para reducir gastos.
Preguntada la vicepresidenta y portavoz del Gobierno por este tema, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Soraya Sáenz de Santamaría ha señalado que la intención es que "la aportación" económica "sea reducida". En cualquier caso, la portavoz ha recordado que serán los gobiernos autonómicos los que se encarguen de gestionar "estas aportaciones".
No se cumplirán "los objetivos" deseados
La resolución justifica el copago de estos productos alegando que se "trata de medicamentos de elección en el tratamiento". Se comprende, no obstante, que los fármacos de uso hospitalario, esto eso, medicamentos administrados en los centros sanitarios a sus pacientes, seguirán siendo gratuitos.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), José Luis Poveda, ha denunciado en delcaraciones al diario del grupo Prisa el cobro por estas medicinas, principalmente porque, tratándose de pacientes crónicos, no hay razones para sospechar un abuso de fármacos: "El copago tiene dos objetivos, el disuasorio y el recaudatorio; y en este caso no se cumple ninguno de los dos".
En cuanto al "objetivo recaudatorio", Poveda sostiene que no compensará el gasto que implica poner en marcha mecanismos de cobro en las farmacias hospitalarias: "Con el copago fijado, no se recaudará demasiado". Y ha acusado al Ministerio, en manos de Ana Mato (PP), de no dar un margen amplio para formar a profesionales o para preparar el sistema informático para adaptarlo a la nueva medida y avisar a los pacientes.