Mas y Rajoy, durante un encuentro entre ambos celebrado en febrero de 2012

Mas y Rajoy, durante un encuentro entre ambos celebrado en febrero de 2012

Política

Dos grupos de expertos ya trabajan para llegar a un acuerdo entre Rajoy y Mas

Empresarios y financieros presionan silenciosamente para que los dos gobiernos encuentren una salida a la apuesta de CiU y ERC de celebrar un referéndum de autodeterminación. Fuentes de los nacionalistas aseguran que "algo debemos estar haciendo muy mal cuando hemos dividido tanto a la sociedad".

19 septiembre, 2013 11:05

Cada día que pasa se van conociendo más detalles de las negociaciones que los gobiernos, nacional y autonómico, están llevando a cabo para intentar desbloquear la situación forzada por las formaciones nacionalistas respecto a la convocatoria de un referéndum de independencia en Cataluña.

Desde el pasado lunes, dos grupos de expertos supervisados desde la Moncloa y el Palacio de la Generalidad estudian alternativas al órdago lanzado por Artur Mas (CiU), presidente autonómico, forzado por su pacto de legislatura con Oriol Junqueras (ERC), en relación a la supuesta convocatoria del referéndum.

Según publica este jueves Voz Pópuli, las negocaciones están en fase embrionaria pero son el resultado de la respuesta que Mariano Rajoy (PP), presidente del Gobierno, ha dado a Mas por carta a la petición de este. La vía del referéndum es inviable legalmente y, por lo tanto, "es necesario intentar una aproximación de posiciones desde bases políticas firmes". Empresarios y financieros -no dados a declaraciones públicas sobre este tema- habrían trabajado para obligar a los dos gobiernos a sentarse a hablar. De momento, el posible acuerdo "todavía está lejos de conseguirse".

"No quieren enfrentarse a la Generalidad"

Todo indica que la preocupación de las grandes empresas y de las entidades financieras con intereses en Cataluña ha ido en aumento en los últimos meses, a la vez que desde la Generalidad Mas subía la apuesta secesionista. Entre las firmas que presionan en silencio para que se llegue a un acuerdo, según el diario que dirige Jesús Cacho y basado en fuentes de CiU, estarían los grupos Nutrexpa, Puig y, por supuesto, La Caixa.

"Las empresas catalanas tienen cuidado de no hacer ruido, no quieren enfrentarse a la Generalidad, pero desde la discreción nos están haciendo continuas señales de que algo debemos estar haciendo muy mal cuando hemos dividido tanto a la sociedad", apuntan a Voz Pópuli fuentes del entorno de CiU, partido que reconoce en privado que esta presión silenciosa, que ha llegado a los dos gobiernos, está influyendo en los últimos movimientos dados por Rajoy y Mas.

Así, siempre según el diario digital, desde el pasado lunes hay creados dos grupos de expertos -ninguno con responsabilidad directa en los gobiernos- que tienen el encargo de estudiar alternativas al referéndum de autodeterminación exigido por CiU y ERC -con el apoyo del PSC e ICV-EUiA-. Los dos grupos trabajan en secreto. Fuentes de los nacionalistas han reconocido que "es muy difícil que haya consulta" e incluso algunos están "completamente seguros de que no llegará a celebrarse" porque, entre otros motivos, Rajoy se ha mostrado inflexible en este punto. Sin embargo, ven con buenos ojos la creación de los dos grupos de trabajo.

Presionados por ERC y los barones populares

En paralelo a esta negociación no se puede olvidar que Mas deberá determinar una fecha concreta para 2014. Así consta en el acuerdo con ERC que fija que antes del 31 de diciembre de 2013 se debe poner día a la convocatoria de un referéndum de autodetermianción en Cataluña, con o sin acuerdo con el Gobierno, es decir, legal o ilegal, es decir, "sí o sí".

Así, tal y como apunta Federico Castaño en Voz Pópuli, "el margen político para el acuerdo es estrecho" y "el económico lo es todavía más". Una supuesta mejora de la financiación autonómica para la Generalidad -que no sería suficiente para calmar las aguas nacionalistas- le podría crear problemas a Rajoy. Sobre todo en su partido, ya que los barones populares no están por la labor de, en época de crisis, recibir menos transferencias a cambio de que se desvíen para la Generalidad.