El proyecto independentista impulsado por Artur Mas empieza a desinflarse. El presidente de la Generalidad se ha encargado este jueves de echar un jarro de agua fría a las aspiraciones de los sectores más radicales del nacionalismo, pese a que ha sido su propio partido el que durante los últimos meses más empeño ha puesto en caldear el proceso.
En una entrevista realizada en Catalunya Ràdio, Mas ha confesado que no celebrará un referendo secesionista ilegal (ni en 2014, ni más adelante), ni promoverá una declaración unilateral de independencia en el probable caso de que ni las Cortes, ni los tribunales le permitan llevar a cabo una consulta rupturista.
La única respuesta que el presidente autonómico dará será la de convocar unas elecciones plebiscitarias en 2016, que es cuando está previsto celebrar de forma ordinaria las elecciones autonómicas porque finaliza la actual legislatura.
La consulta, "legal y pactada"
Mas ha subrayado que su objetivo es "agotar todas las vías" para hacer el referendo independentista en 2014 "dentro del marco de la legalidad y de forma pactada y convenida con las instituciones del Estado", pero si el Gobierno "se niega a aceptar cualquier vía política de pacto, no nos da ninguna otra salida y nos pone contra las cuerdas, llegaremos al escenario de que la consulta se hará en 2016 porque habrá elecciones" autonómicas.
"No es el escenario que yo querría, porque significaría una confrontación total y abierta, y lo quiero evitar, pero este último recurso lo tenemos. Siempre habrá un marco legal final, que son unas elecciones", ha añadido.
Además, ha subrayado su voluntad de no adelantar las elecciones autonómicas porque "tenemos que llegar con una economía diferente, habiendo dado la vuelta a una situación dramática, con las políticas públicas del estado del bienestar recuperadas, y una serie de decisiones tomadas porque haya una recuperación de la confianza con la ciudadanía".
ERC: un referendo secesionista "sí o sí" en 2014
Las declaraciones de Mas han generado la reacción inmediata de importantes sectores del independentismo catalán. El acuerdo de estabilidad suscrito entre CiU y ERC prevé convocar un referendo secesionista en 2014, y solo abre la puerta a retrasarlo en caso de que haya "circunstancias" que así lo aconsejen y siempre que ambas formaciones estén de acuerdo.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha advertido a Mas de que la consulta debe celebrarse el próximo año. "En 2014 tenemos que decidir nuestro futuro, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que así sea", ha señalado desde su cuenta de Twitter.
El secretario general adjunto del partido, Lluís Salvadó, ha indicado que no es momento de hablar de horizontes que vayan más allá del próximo año. "No tenemos las variables necesarias para decidir qué haremos en 2015 y en 2016", ha explicado, aunque ha asegurado que el referendo secesionista debe hacerse "sí o sí" en 2014. En cualquier caso, ha descartado una ruptura del pacto con CiU.
Forcadell: "Esto no se puede aguantar hasta 2016"
Por su parte, Carme Forcadell, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, entidad organizadora de la cadena humana independentista de la Diada de este año, también ha cargado contra Mas. "Entendemos que esto no se puede dilatar tanto, de ninguna forma. Creemos que esta indefinición se ha de acabar, y que esto no se puede aguantar hasta 2016", ha señalado a Vilaweb.
"Todavía no lo hemos analizado como asamblea, pero decimos que se ha de hacer la consulta tan pronto como sea posible, y si no se puede hacer la consulta hay otros caminos, sí, pero que se tomen también tan pronto como sea posible. No se puede aguantar sin hacer la consulta y sin hacer ningún paso hasta 2016", ha insistido.