14F y el debate de TV3, donde la ‘derechita cobarde’ se envalentona

Alejandro Fernández, el presidente del PP de Cataluña y candidato a la presidencia de la Generalitat, fue el protagonista del debate a nueve organizado por la cadena pública catalana.

Pese al ritmo anodino con que arrancó y al bajo perfil de la campaña, las dos horas largas de discusión lograron una audiencia conjunta entre TV3 y el 3/24 del 27,1%, lo que equivale a casi 650.000 personas. En el último minuto del programa, cerca de la una de la madrugada, unas 300.000 personas aún estaban delante del televisor. Quizá está ahí la verdadera noticia de la noche.

Competencia directa

El político tarragonés hizo los deberes habida cuenta de que Vox amenaza con hacerse con los votos que pierda Ciudadanos por su derecha y enfiló a Ignacio Garriga desde el minuto uno.

Lo hizo con la habilidad dialéctica que le caracteriza y con una ironía que suele brillar por su ausencia en este tipo de encuentros. Hay que decir, no obstante, que Garriga es el más flojo de largo de los candidatos, un liderazgo que solo le disputa Dolors Sabater, de la CUP. No es por quitar méritos a Fernández, pero competir con un señor que calcula en 37 millones de euros los presupuestos de la misma Generalitat que aspira a presidir, como hizo días atrás en TV3, debe ser fácil.

Elogios en RAC1

Jordi Basté se ha deshecho en elogios hacia Alejandro Fernández esta mañana cuando desde RAC1 analizaba el debate televisivo porque “paró los pies a la extrema derecha con dialéctica, como debe ser” y actuó con “educación e ironía”. Desde el punto de vista del líder de la radio catalana, el político popular fue el que alegró la fiesta de un encuentro cuya primera parte fue soporífera.

“No sé si ganó el debate, pero fue el mejor”, ha sido el título-resumen de Basté.

Puigverd ayuda a los lectores

En La Vanguardia, la información casi ignora a Fernández. El redactor explica lo que ocurrió en el plató de la televisión pública citando al pepero de pasada. “Pero con el candidato de Vox quienes más buscaron la disputa directa fueron los aspirantes de Cs y PP, que censuraron su populismo y evidenciaron la pugna por un mismo espacio político”, escribe.

Los lectores del diario del Grupo Godó que no pudieron ver el debate sí encontrarán en la columna de Antoni Puigverd una referencia a Fernández un poco más precisa, aunque no centrada en la noche del martes, cuando alude al caso Bárcenas y a cómo “está dañando la dignísima campaña de Alejandro Fernández (un liberal conservador con una preparación muy superior a la mayoría de los candidatos).

Información más plana que el debate

En El País, podemos encontrar una información de aliño que firman dos redactores del que probablemente ha sido el acto central de la campaña. Es muy parecida a la de La Vanguardia en lo que tiene que ver con el líder del PP catalán. “Los candidatos del PP, Alejandro Fernández, y Cs, Carlos Carrizosa, acusaron a Garriga de populista y lamentaron sus recursos para intentar frenar al independentismo”. Plana.

El periodista que se ha encargado de explicar el encuentro en eldiario.es hace desaparecer al representante del PP, como si no hubiera estado en el plató de TV3. Algo que en este caso resulta algo más que llamativo teniendo en cuenta que la directora adjunta del mismo medio había dado por ganador del debate a Alejandro Fernández en directo, en un tuit, mientras discurría el encuentro.

Algo parecido han hecho los dos periodistas de elnacional.cat que resumen para sus lectores lo que pasó en Sant Joan Despí como el que describe el tráfico de una autopista. “Tanto Carlos Carrizosa como Fernández han acusado a Garriga de ‘populista’ por querer acabar con la autonomía y, a la vez, ser diputado. El líder de Vox también ha alertado sobre la ‘islamización de Cataluña’ y el crecimiento de la ‘inmigración ilegal’, cosa que ha comportado fuertes críticas de la mayoría de los candidatos. El presidente del PP ha acabado ridiculizándolo y recordándole que ya no hay cruzadas ni somos caballeros templarios”. Un ejemplo de manual de cómo hacer aburrida la política desde el periodismo.