A simple vista, Carles Sastre pasaría por el indefenso jubilado que aprovecha una invitación del Palau de la Generalitat para comer canapés, hacerse selfies y maravillarse con el patrimonio artístico del salón Sant Jordi. Pero ese aire de abuelo despistado esconde a un condenado por asesinato, el del empresario José María Bultó. El fundador de Terra Lliure fue uno de los invitados a la presentación del Consejo por la República, cuyo formato fue digno de la monarquía más absolutista que se pueda imaginar. Qué liturgia. Qué solemnidad. Qué pompa. Qué boato. L'état c'est moi, vino a decir Carles Puigdemont por videoconferencia desde Bélgica. En realidad parecía un corresponsal televisivo informando de las últimas noticias europeas, pero el tratamiento que le dio el público asistente era propio de esa realeza que tanto critica.

Resulta muy curiosa la fascinación que los terroristas retirados ejercen en el independentismo catalán. Sastre acude a cualquier movilización, acto o protesta secesionista que se precie y Quim Torra se lo agradece invitándole a su Palau. En eso compite con Arnaldo Otegi, uno de los protagonistas de la última Diada de Cataluña. El terrorista vasco fue escoltado por Mossos d’Esquadra desde el AVE hasta la ofrenda floral ante el monumento a Rafael Casanova.

Además de ese pasado criminal, Sastre y Otegi comparten cuota mediática en TV3. En efecto, ambos han sido entrevistados en prime time en los medios públicos catalanes.

“Preso político” y “gran reserva del independentismo”. Así fue presentado Sastre en un programa, avalado por un Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) --órgano fiscalizador de los contenidos audiovisuales-- gracias al voto de calidad de su presidente, Roger Loppacher. El mismo CAC ha acreditado en sus informes que Otegi apareció más veces que el Rey en TV3 en 2017.

Otro asiduo de la televisión catalana que no tiene nada que ver con el terrorismo y sí con los ataques al Rey es Jair Domínguez, que se hizo famoso por simular prácticas de tiro utilizando como diana una imagen del monarca en un programa de la nostra, Bestiari il.lustrat. Este espacio ya no existe, pero sí Està passant, que conduce el activista independentista y productor Toni Soler. Domínguez llama “hijos de puta” a quienes apoyan a Manuel Valls, alcaldable por Barcelona, insta a cortar las carreteras, insulta al Rey y arremete contra todo aquel que no es secesionista.

El guionista apela a su libertad de expresión, un derecho que, bajo su punto de vista, no debe tener el consejero del CAC Daniel Sirera, quien preguntó en su perfil de Twitter si esas invectivas son normales en una televisión pública. “De Sirera me lo espero todo. Un auténtico parásito”, respondió el aludido. Un respeto que Domínguez es coautor de la canción Baila el Chiki Chiki, con la que Rodolfo Chikilicuatre representó a España en Eurovisión.