Este miércoles, el Parlamento de Cataluña ha rechazado una proposición de ley de Ciudadanos (Cs) para implantar una educación trilingüe (en castellano, catalán e inglés) en las escuelas de la comunidad.
La iniciativa [aquí se puede consultar el texto completo, desde la página 16 a la 26] pretendía modificar algunos artículos de la Ley de Política Lingüística (1998) y de la Ley de Educación (2009) en los que se apoya el modelo de inmersión obligatoria que se aplica ilegalmente en la mayoría de los colegios públicos y concertados (en todos, excepto en aquellos en los que algún padre recurrió a los tribunales).
Un punto resume el texto propuesto por la formación naranja: “El proyecto lingüístico de centro distribuirá prescriptivamente el uso del tiempo lectivo en un 25% en lengua catalana, un 25% en lengua castellana y un 25% en lengua inglesa. El restante 25% quedará libre, a disposición del centro, para destinarlo a ser impartido en el idioma o idiomas que prefiera”.
La exposición de motivos de la proposición de ley deja claro la flexibilidad de ese sistema, de tal forma que así “una escuela situada en un ambiente muy castellanohablante de una ciudad del Área Metropolitana de Barcelona podría dedicar ese 25% libre a más horas lectivas en catalán”. Es decir, 50% en catalán, 25% en español y 25% en inglés.
“Y del mismo modo en un pueblo de una comarca muy catalanohablante esas horas podrían destinarse al castellano con el que esos niños tienen muy poco contacto cotidiano; en lugares donde no se den situaciones lingüísticas tan marcadas, los porcentajes podrían subir hasta un 33% para cada uno de los tres idiomas”, añaden.
Cabe destacar que, como explican los promotores de la iniciativa, en la actualidad, desde P-3 a segundo de bachillerato, en Cataluña un alumno recibe el 8,9% del horario lectivo en español, el 11,1% en inglés y el 80% en catalán.
El proyecto legislativo también planteaba que “el catalán y el castellano, como lenguas cooficiales de Cataluña, lo son también de la Administración educativa y de los centros docentes en todas sus comunicaciones y actividades, lectivas y no lectivas”.
Y dejaba claro que “la Administración educativa y los centros docentes expedirán de oficio toda la documentación académica en ambos idiomas oficiales”.
Además, la proposición de ley planteaba garantizar que la primera enseñanza (segundo ciclo de educación infantil y primer ciclo de primaria) se imparta en la lengua materna del estudiante; establecía que los alumnos españoles procedentes de fuera de Cataluña pudieran estudiar un año en castellano con la asignatura de catalán, para ir adaptándose; y prescribía un programa para formar a los profesores en inglés.
La iniciativa ha sido rechazada con los votos de ERC, Junts, la CUP y los comuns. También con los del PSC.
Da la sensación de que los socialistas han decidido abandonar definitivamente a los catalanes castellanoparlantes o bilingües, hasta el punto de que ya ni pierden el tiempo en hacer algunos gestos hacia ellos, pues sus votos, en la propuesta de Cs, ni siquiera eran determinantes para aprobar la ley.