El Gobierno no ha terminado de explicar qué justifica la creación del nuevo impuesto a la banca que anunció para sorpresa de sus propios socios de consejo Pedro Sánchez el pasado día 12, más allá de la necesidad de financiar las políticas sociales. El presidente dice que recaudará unos 1.500 millones anuales, que será temporal y que se generará gracias al aumento de los tipos de interés que ya ha iniciado el BCE.
Que 10 días después de la noticia la ministra de Economía se reúna con el sector sin añadir información, pero descartando la negociación pone en evidencia que el gravamen es tan tributario como electoralista, que es un guiño a los votantes de izquierdas. Sánchez ha lanzado el mensaje de que la banca va a devolver algo del rescate público de 2012. Es verdad que las ayudas fueron para las cajas de ahorros, pero todos sabemos dónde están ahora Caixa Catalunya y Cajamadrid, las que más recibieron.
Al margen de su evidente contenido político, es posible que el tributo esté justificado porque se trata de una de las actividades a las que menos ha afectado la invasión de Ucrania y también porque la escalada del precio del dinero, que ha empezado con medio punto, aumentará sus márgenes y optimizará sus beneficios.
Durante los últimos 10 años los bancos han venido lamentando la dificultad que suponía para su negocio el estrechamiento de márgenes que generaba la política monetaria. Sin embargo, ahora la consejera delegada de Bankinter asegura que la subida no cambia nada porque las entidades cobrarán más por sus créditos, pero también pagarán más por el ahorro. ¿En qué quedamos?
Pues en que María Dolores Dancausa se pone la venda antes de la herida por lo que pueda pasar. Conviene recordar que los bancos españoles arrastran los pies a la hora de trasladar las oscilaciones de los tipos protegiendo su cuenta de resultados antes que los intereses de sus clientes. El Banco de España informó en 2013 que el sector español había sido el menos diligente de la Unión Europea en la aplicación de la desescalada que el BCE inició en 2011 y que ha mantenido 11 años.
O sea, que será interesante estar atentos al ritmo de la subida de la retribución de los depósitos y al del coste de los préstamos.