José Antonio Bueno opina sobre los viajes de Salvador Illa
Un 'president' viajero
"La marca Barcelona es mucho más potente que la de Cataluña, y está en el 'top 7' en todos los ránkings internacionales"
“Ladran, luego cabalgamos”. Aunque asociada al Quijote, parece que fue Goethe quien escribió esta conocida frase y Rubén Darío quien la extendió. Sea cual sea su origen es de total aplicación en nuestra política. Tras años de estar centrados en nuestro ombligo pensando que el mundo nos miraba, el MHP Salvador Illa ha retomado la muy sana costumbre de vender Cataluña por el mundo, tanto para facilitar las exportaciones como para atraer inversiones. Viajes discretos, pero productivos, a China, Japón, Italia, Inglaterra, además de Bruselas. Y el último, México, pero con la mala suerte de coincidir con un brote de una enfermedad -la peste porcina africana- que va a hacer mucho daño a nuestras exportaciones ganaderas; un hecho aprovechado por la oposición, siempre constructiva, como todas las oposiciones actuales, para hacer ruido.
No se trataba, ni mucho menos, de un viaje improvisado. El principal detonante fue el más que relevante hecho que Barcelona haya sido Ciudad Invitada de Honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025, la más importante de habla hispana, y una de las más importantes del mundo. Este nombramiento se oficializó a finales de 2023, pero se ha estado trabajando en él durante bastante tiempo. La presencia de nuestra ciudad ha potenciado el trabajo de más de 60 autores, además de publicitar nuestro cine, teatro, música y gastronomía, en un esfuerzo de vender la ciudad y, por tanto, la comunidad autónoma.
Por mucho que se empeñen los habitantes de la inmortal tractoria, la marca Barcelona es mucho más potente que la de Cataluña, superando en algunos ámbitos a la de España. La marca Barcelona está en el top 7 en todos los ránkings internacionales, compitiendo con Nueva York, Londres o París, y está claramente por encima de Milán, Roma o Venecia. Aprovechar un evento de Barcelona para empujar nuestra economía tiene todo el sentido del mundo.
La agenda del MHP no ha estado nada mal. Se ha reunido con varios empresarios, destacando el ingeniero Slim, primera fortuna de México y, durante bastante tiempo, antes de la eclosión de los tecno-oligarcas, primera fortuna del mundo.
Asimismo, Illa se ha visto con el presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Daniel Servitje, quien también es presidente y accionista de la multinacional Bimbo. El CMN congrega a los 50 mayores empresarios de México.
Además, se ha reunido con el Círculo Catalán de Negocios y con la Cámara de Comercio Española en México, por no hablar de su intervención en el Senado mexicano y el emotivo encuentro con exiliados y descendientes de exiliados españoles en México, además de con la delegación en México del Orfeó Catalá. Un viaje realmente intenso.
El viaje, como tiene que ser, se ha hecho en coordinación con el Ministerio de Exteriores, algo que no venía siendo lo habitual, lo mismo que ahora alguna presidente nada afín al sanchismo tampoco hace. En un tiempo en el que las instituciones españolas no pasan por su mejor momento, hacer lo debido, respetarlas, debería ser reconocido. El gamberrismo en política no debería tener cabida.
La oposición ha montado barullo por el hecho de que Illa mantuviera su agenda a pesar de la crisis sanitaria derivada de la aparición de varios jabalíes muertos en Collserola. Esta crisis, que puede hacer un roto muy serio a nuestra ganadería, se está gestionando lo mejor que se puede, dada la sobrepoblación de jabalíes y el descuido de los montes, consecuencia de esta moda absurda de mirar, pero no tocar. Que el MHP estuviese en Palau o a ocho horas de diferencia no ha influido en prácticamente nada, más allá del baile de sueño que han sufrido los encargados de la gestión de esta crisis. Se han tomado las decisiones que había que tomar en tiempo y forma.
Más pronto que tarde llegarán los frutos de esta visita y de las anteriores. Uno de ellos ya llegó antes de salir hacia México. Aeroméxico anunció hace poco más de dos semanas que desde finales de marzo se reemprenderán los vuelos directos entre Barcelona y Ciudad de México, en un ejemplo de eficacia y poco fuego artificial. Para que la aerolínea tuviese tiempo de comercializar los pasajes, la comunicación no esperó a la visita, en un gesto que honra a nuestros políticos. Este es el camino, hacer mucho y contar lo justo.
El mercado inmobiliario de lujo en Madrid se ha disparado gracias a inversores mexicanos. El Eixample no es el barrio de Salamanca, ni falta que nos hace, entre otras cosas porque nuestra oferta puede ser más rica y variada. Y nuestras instituciones académicas nada tienen que envidiar con las de Madrid, por lo que el modelo de éxito se podría repetir muy fácilmente, especialmente ahora que Madrid muestra señales de saturación.
El hotel Formentor de Mallorca es hoy un Four Seasons, pero la propiedad del inmueble es de un magnate mexicano. Varios hoteles icónicos catalanes necesitan inversiones. Varios mexicanos han invertido en constructoras, y también en empresas de alimentación. La lista de posibilidades es interminable.
Ojalá este viaje sirva para reposicionarnos en el mapa y también venga dinero mexicano, que hay mucho, por estas tierras. La lista de posibles inversiones es muy larga, mucho más que las entendederas de algunos políticos que protestan porque nuestro MHP haga, simplemente, lo que tiene que hacer.