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Fotomontaje de decenas de personas en una manifestación independentista con motivo de la Diada 2025

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Pensamiento

Catalonia is not Spain. Bueno, va a ser que sí

"No deben saber toda esta fauna, que el independentismo no es un movimiento étnico, sino transversal, donde una buena parte de los hijos de estos inmigrantes “españoles” militaron durante el procés"

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La normalidad llegó a Cataluña con Salvador Illa, pero en esta normalidad siempre encontraremos intolerantes con un punto de racismo y odio anidado en sus entrañas. Son los poseedores de la verdad y de las esencias.

Esos que odian a los que no tienen ocho apellidos catalanes, a los que no son independentistas de pura cepa y a los que hablan en catalán y también en castellano. Son los irredentos que no aceptan la inclusión, abogan por la exclusión y se consideran los legítimos propietarios de Cataluña.

De nuestra tierra, dicho sea de paso. En estos días, la jauría se ha desmadrado y ha sacado sapos y culebras por la boca, colocando epítetos contra Rosalía, la Escolanía de Montserrat y contra una sentencia que condenó por acoso a un radical que se cebó contra una familia que exigía el 25% de castellano en las aulas.

Los propietarios del país han arremetido contra todos ellos, excepto contra el muy patriota acosador, y han esgrimido para los ataques su incultura histórica, acompañada de una fuerte dosis de miopía mental.

Además del consabido, y profundo, "hijos de p...", se lanzan contra los “colonos fascistas catalanófobos” que llegaron durante el franquismo. Su incultura es de alto standing, porque una buena parte de esos colonos fueron los que lucharon por las libertades de Cataluña en la transición y plantaron cara, en la calle, al régimen.

No contentos con esto, apuestan por expulsarlos de una Cataluña independiente, una vez perseguidos de forma oportuna, of course. “Id haciendo las maletas”, decían ufanos esos cobardes desde el anonimato de las redes sociales.

Ya solo nos falta que hagan listas negras. Otra vez, porque lo hicieron en los peores momentos de la revolución del sofá. No deben saber toda esta fauna, que el independentismo no es un movimiento étnico, sino transversal, donde una buena parte de los hijos de estos inmigrantes “españoles” militaron durante el procés.

Que esos inmigrantes “españoles”, fueron colaboradores necesarios en defensa de la inmersión lingüística y que vetaron un modelo segregado como en Euskadi. Estoy encantado de vivir en un país que a pesar de sus miserias no expulsa a sus ciudadanos por pensar diferente. Tampoco los juzga. Eso se llama fascismo, señores míos.

Pero, que más les da. Van con orejeras que les impiden ver. Como a Joel Joan que puso el grito en el cielo por no recibir una alerta en catalán. Fue el único que no la recibió en nuestro idioma, porque la alerta la recibimos todos en catalán, en castellano y en inglés.

Nunca mejor dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Para suerte de este país el catalán es la lengua de todos y no es propiedad de nadie. Y menos de esos que dicen tener ocho apellidos catalanes.

El otro affaire lo protagoniza Rosalía. Esta tropa de cerebro atrofiado ha puesto el grito en el cielo porque la cantante de Sant Esteve de Sesrovires -de les Roures en argot de la ahora inefable Guardia Civil- cantó en castellano junto a la Escolanía de Montserrat.

De la canción que Rosalía canta en catalán en el álbum no hay vestigios desde las hordas super catalanas. Recomiendo recuperar el artículo que firmó nuestra compañera Miriam Saint-Germain donde recuerda que la artista recuerda su identidad catalana por donde va sin titubeos y que el canto de la Escolanía “representa a Cataluña allá donde resuena, sea en catalán, en latín, en castellano o en cualquier otra lengua.

La fuerza de una institución como esta no depende del idioma en que articula una pieza musical, sino de su historia, su tradición y su significación colectiva. La Escolanía no necesita demostrar su catalanidad cada vez que abre la boca: "ya la lleva inscrita”.

Se puede decir más alto, pero no más claro. Pero para esa insultante piara decir lo evidente es un insulto. Aunque el insulto lo lanzan ellos a la inteligencia. Defender el catalán no es su patrimonio, y defender una lengua no se hace en detrimento de otra. Somos bilingües aunque les pese a toda esta tropa.