El pasado marzo la 'Sindicatura de Comptes de Catalunya' publicó el informe Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals. Contractació, despeses de personal. Exercici 2021 i 2022. Entre las observaciones que recoge, figuran las relativas al procedimiento público (concurso) seguido para la elección de los actuales directores de Televisió de Catalunya y Catalunya Ràdio, previsto en el artículo 18 bis de la Ley 11/2007, que regula la organización y funcionamiento de la CCMA.
Este concurso —que llevó a los nombramientos, en julio de 2022, de Sigfrid Gras y Jordi Borda como directores, respectivamente, de la televisión y la radio públicas autonómicas— ha de ser convocado y resuelto, según la Ley de la CCMA, por el Consejo de Gobierno de esta corporación, que “puede contar con la participación de expertos independientes de reconocido prestigio en el sector audiovisual”.
Así las cosas, el informe de la Sindicatura cuestiona dos de las bases de la convocatoria realizada en abril de 2022, en los siguientes términos (pág. 35):
“La base 7, Méritos objeto de valoración, establecía una relación de los méritos a valorar (experiencia, proyecto, formación complementaria y otros) pero no la ponderación de cada mérito. Además, el informe de la Comisión de Valoración evaluó ítems que no estaban específicamente detallados en la convocatoria".
"La base 8, La Comisión de Valoración, establecía que el nombre los miembros de la misma sería confidencial y únicamente se haría público en el momento en que el Consejo de Gobierno resolviese el procedimiento de selección. Este hecho es contrario al principio de publicidad que se ha de garantizar en todos los procedimientos de selección, ya que no permite que los aspirantes conozcan la identidad de quienes están llamados a valorarlos, y en su caso ejercer el derecho de recusación correspondiente”.
Poco antes de que se conociese este informe de la Sindicatura de Comptes, el pasado 17 de febrero, se publicaba en el DOGC el Anunci pel qual es fa públic; Acord del Consell; Administració; Intracatalònia, SA, sobre la convocatoria del procediment públic de selecció per cobrir el càrrec de director o directora; Intracatalònia, SA (Agència Catalana de Notícies).
Lo llamativo es que esta convocatoria, que aún no se ha resuelto, es una copia literal de la realizada en su momento para designar a Gras y Borda. Adolece, por tanto, ya de entrada —pendiente el informe de la Comisión de Valoración—, de algunos de los notables déficits que observa la Sindicatura para el caso de la convocatoria gestionada por el Consejo de Gobierno de la CCMA.
Este nuevo concurso se enmarca en una estrategia del Gobierno del PSC orientada a la desgubernamentalización de la ACN, una agencia pública participada en un 70% por la Direcció General de Patrimoni de la Generalitat y en un 30% por la CCMA, a través de TVC Multimèdia. En este sentido, el secretario de Medios de Comunicación y Difusión, Carles Escolà, ha anunciado la elaboración al fin de una ley que regule la organización y funcionamiento de la ACN. Veremos…
Por el momento, el concurso para elegir al director lo resolverá un Consejo de Administración presidido por el propio Escolà y del que forman parte otros tres miembros del Gobierno catalán (el Director General de Medios de Comunicación, la Directora General de Difusión y la responsable de coordinación y evaluación de políticas públicas de la Dirección de Servicios del Departamento de Presidencia), tres consejeros de la CCMA (entre ellos, la ex consejera de Cultura Àngels Ponsa), y tres personalidades del sector profesional y académico de reciente incorporación: Joan M. Morros (decano del Col·legi de Periodistes de Catalunya y jefe de informativos de RAC1), Josep Carles Rius (presidente del Consell de la Informació de Catalunya y de la Fundación Periodismo Plural), y Enric Marín (decano de la Facultat de Comunicació de la UAB en el momento de su nombramiento y en su día secretario de Comunicación a propuesta de ERC en el primer tripartito).
A su vez, este Consejo de Administración es el que ha nombrado a la Comisión de Valoración cuya composición desconocemos y que preseleccionará a cinco candidatos, para que finalmente sea el propio Consejo el que elija a uno de ellos a partir de una entrevista en la que los cinco han de defender el proyecto estratégico para la empresa. Al concluir el proceso se conocerán los nombres de los miembros de la Comisión de Valoración y solo el del candidato propuesto.
Estaremos atentos a la resolución y veremos también cuál es el perfil de los evaluadores propuestos por el Consejo de Administración de Intracatalònia. Igualmente, seguiremos de cerca el diseño del nuevo modelo de gobierno (sistema de designación del Consejo de Administración) de la ACN que se recoja en la ley que ha anunciado el Ejecutivo de Illa.
No obstante, ya se intuye claramente el temor a un concurso de verdad, resuelto por una comisión dotada de poderes efectivos, elegida por sorteo, conocida por todos y que aplique unos criterios debidamente ponderados y a unos candidatos también conocidos.
Pero no puede sorprendernos que no se articulen concursos comme il faut. Recordemos, ciñéndonos al ámbito del sector audiovisual público, lo ocurrido con la elección de Rosa Cullell como directora general de la CCMA en 2008, que implicó hasta una petición de amparo del Presidente de la CCMA al Presidente del Parlament ante la imposibilidad de resolver el concurso por las presiones partidistas; o más recientemente, el concurso para nombrar a los consejeros de RTVE, que concluyó con un acuerdo entre PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV para repartirse los sillones, desoyendo por completo las evaluaciones de los expertos y dando a conocer los nombres de los elegidos antes de que se realizasen las comparecencias de los candidatos ante la Comisión de Nombramientos del Senado.
No es país para concursos. Haría falta un cambio radical de mentalidad y lamentablemente nada apunta en esa dirección. Hay una mayoría que o bien calla o bien prefiera estos simulacros a una competencia en buena lid.