Teodoro García Trabadelo (TGT), con sede en Viladecans (Barcelona), se mantiene desde hace décadas en lo alto del podio como el mayor fabricante de quesos de España, por encima de colosos como Lactalis, Entrepinares, García-Baquero y Danone.
El grupo gana dinero a espuertas hasta el advenimiento del Covid. La pandemia le ocasiona efectos devastadores. Durante tres años encaja pérdidas consecutivas, tal como se echa de ver en la tabla adjunta. Por fin, en 2023 le da la vuelta a la situación recesiva y entra de nuevo en la senda de la rentabilidad.
TGT EN CIFRAS (en millones de €)
Año | Facturación | Resultado |
2023 | 471 | 3,5 |
2022 | 460 | -1,3 |
2021 | 356 | -12,9 |
2020 | 315 | -11 |
2019 | 384 | 1,7 |
2018 | 364 | 5,4 |
TGT debe su creación al murciano Teodoro García Trabadelo, natural de Arcivel, pedanía de Caravaca de la Cruz. Hijo de unos tenderos, en los años cincuenta del siglo pasado emprende el arduo camino de la emigración.
Como tantos otros congéneres, se asienta en Cataluña. Desempeña diversos trabajos hasta que comienza a ejercer de representante de conspicuas firmas queseras del extranjero. En 1963 da un paso al frente y se independiza. Monta un pequeño almacén para la venta de requesones. Y se dedica a destajo a importar productos hasta entonces inexistentes en el mercado peninsular. Es el primero que introduce el roquefort.
Con trabajo y tesón, va transformando aquel modesto negocio hasta erigirlo en un vasto imperio alimentario, el mayor de su sector en España. El fundador fallece en 2014 a los 78 años. Su hijo Teodoro García Giménez asume el mando en calidad de administrador único.
Él y sus hermanos controlan el 90% del capital por medio de la sociedad barcelonesa Tactie, que hace un par de años recibe dicho paquete accionarial.
El 10% restante se encuentra en manos de la instrumental suiza Indepar SA. Esta es constituida en Ginebra en 1990 por Teodoro García Trabadelo, cuando aquel país practicaba un férreo secreto bancario. Ejerce de administrador su vástago Teodoro García Giménez.
El “hereu” dirige el feudo familiar con una parca retribución, que en 2023 se limita a la nada exorbitante suma de 30.000 euros. Pero eso no quiere decir que carezca de emolumentos. Ocurre que TGT reparte un dividendo de 15 millones, cargado contra las reservas voluntarias.
El pionero nunca se embolsa los beneficios. Aplica todos los recursos generados, hasta el último céntimo, al fortalecimiento de la compañía. Sus sucesores llevan embolsados por tal expeditiva vía 20 millones durante el último lustro.
Los poderes industriales de TGT radican en sus doce fábricas propias, otras dos integradas y una planta de transformación. La capacidad productiva de ese formidable entramado rebasa las 100.000 toneladas anuales. Su red comercial abarca 19 delegaciones por toda España, así como dos más en Portugal y República Dominicana.
El repertorio de marcas en propiedad es muy amplio. Figuran entre ellas Ballarini, Bergader, Collier’s, Emborg, Emmi, EntreMont, Frico, Le Ristique, Oldenburger, Sombrero de Copa y Zanetti.
La clientela de la casa se nutre de la hostelería, la industria y las cadenas de supermercados. A estas últimas les expende productos tanto de TGT como de sus propias marcas blancas.
Las magnitudes de este pequeño titán son muy relevantes. Los activos consolidados se sitúan 324 millones y los recursos propios, en 171.
La cifra de giro alcanza los 471 millones, con una pequeña pero creciente contribución de las exportaciones.
El conglomerado consta de medio centenar de corporaciones dependientes de TGT, que valora sus hijuelas en 140 millones.
Conviene subrayar que este extenso emporio constituye solo una parte de los haberes que legó Teodoro García a sus descendientes. Estos manejan un entramado paralelo. Se articula en torno de la holding Egovox, que luce unos activos de 240 millones. Entre otros bienes, alberga un nutrido parque de inmuebles en Barcelona y tiene entre manos una descollante inversión hotelera en República Dominicana.
Estos jugosos guarismos reflejan con precisión el infatigable trabajo y la extraordinaria acumulación de riqueza protagonizados por aquel pionero que arribó a Cataluña procedente de Murcia hace casi setenta años.