Intente usted no ponerse enfermo este verano, es un consejo. Según se ha sabido recientemente, los Centros de Asistencia Primaria (CAP) no van a contratar esta temporada estival personal sustituto y no prorrogarán los contratos eventuales. La razón es que no hay dinero. Tal como suena. Bueno, haberlo, haylo, lo que ocurre es que se destina a cuestiones más importantes que la salud de los ciudadanos, que ya son lo suficientemente mayorcitos como para automedicarse ellos si un día no se sienten del todo bien. No se trata ya de mejorar los centros asistenciales -jamás se me ocurriría reclamar cosa tan impensable-, sino simplemente de tratar que no empeoren, pero ni eso es capaz de conseguir la Generalitat que nos gobierna (o eso dice, aunque tengo mis dudas). Más vale que este verano estemos sanos, porque si hasta ahora se necesitaba paciencia para conseguir hora con el doctor, si lo lograbas te la daban para dentro de tres semanas y cuando ibas a la consulta te podías tirar un par de horas esperando, dentro de poco preferiremos morir antes que acudir al centro de asistencia. Igual ese es el objetivo, tal vez sea una forma de acabar con las listas de espera.

Además de todo lo antedicho, y por la misma cuestión monetaria, se van a cerrar los servicios de infecciones de transmisión sexual. O sea que, encima de no ponerse enfermo, intente usted no mojar en verano, aunque sea por tradición una época dada a la promiscuidad. No vaya a ser que en un descuido pille usted una gonorrea y no se la pueda tratar hasta la vuelta de las vacaciones, cuando ya nadie podrá salvarle lo poco que le queda ahí. De dignidad, digo.

Imagino que esos recortes estivales son un simple ensayo para extenderlos a todo el año, una especie de globo sonda. Si los ciudadanos tragan lo que se les va a hacer este verano -y en Cataluña siempre tragan, basta con ponerles una senyera ante las narices-, nada ha de impedir ampliarlo a las demás estaciones. Recortando personal y eliminando servicios desde enero hasta diciembre, nuestros eficientes políticos se van a asegurar sueldos, pensiones, chiringuitos varios y comilonas a cuenta de la casa, que es de lo que se trata. Lo que se resta por un lado, se suma por el otro, eso se ha hecho toda la vida. La reunión oficial en la que se acordó dejar la asistencia primaria en las últimas debió de ser la mar de plácida, no hubo ni la menor disensión.

- Nuestros familiares y amigos son gente de posibles y cuentan todos con un seguro privado de salud, así que el mal funcionamiento de la sanidad pública ni nos afecta ni nos importa. Aprobado. ¿Siguiente punto de la orden del día?

El Departamento de Salud debería hacer llegar a los ciudadanos un manual de primeros auxilios, siempre que no fuera un gasto excesivo, no quisiéramos que la salud de los catalanes le supusiera dispendio alguno a la Administración. Bastaría con mandar a los domicilios unas simples hojas fotocopiadas para que sepamos qué hacer en caso de estar afectados por alguna de las urgencias típicas del verano.

Picadura de medusa = orine sobre la picadura. En caso de que por la situación de ésta -p. ej. en la cabeza- le sea imposible, solicite a otro bañista la micción reparadora.

Insolación = aplíquese hielo en la cabeza, en caso de no disponer de él, puede utilizar un helado. No importa de qué sabor.

Quemadura solar = cataplasma de vinagre sobre la parte afectada, puede aprovechar el de la tapa de boquerones. Mañana no tome el sol.

Deshidratación = beba.

Borrachera = no beba.

Gonorrea = Rece. Ya le advertimos de que tuviera cuidado, que el verano es peligroso. Lo sentimos, pero deberá esperar a que vuelvan a abrir los ITS a principios de otoño. Eso, con suerte.