Incluso antes de esta semana horribilis de Pedro Sánchez, todo lo sucedido en el inicio de la legislatura se ha reflejado ya en las encuestas, que indican que el presidente del Gobierno está resistiendo en un suelo sumamente inestable. El mapa demoscópico se ha movido en el conjunto de España y también en Cataluña.
El último sondeo del Gesop para los diarios de Prensa Ibérica, entre ellos El Periódico de Catalunya, coloca al PP al borde de la mayoría absoluta por lo que podría llegar a gobernar sin el apoyo de Vox, la alianza tóxica que muy probablemente impidió su victoria el 23J. En la horquilla alta de los resultados, el PP obtendría 171 escaños, a solo cinco de la mayoría absoluta, y eso a pesar de que el PSOE resiste en 113 diputados en la previsión más alta, perdiendo solo ocho. La clave está en el hundimiento de Vox.
Hay que tener en cuenta que el sondeo no recoge todavía las repercusiones del caso Koldo, la trama de corrupción que se lucró con la venta de mascarillas durante la pandemia. Este es el caso de corrupción más grave que afecta al Gobierno de Sánchez en los casi seis años que lleva en la Moncloa. El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha negado a entregar el acta de diputado, como le exigía el partido, por responsabilidades políticas derivadas de que Koldo fue su mano derecha durante años. Ábalos explicó este martes que se pasa al Grupo Mixto, reivindicó su inocencia y dijo que dejar el escaño sería admitir parte de culpa. El PSOE respondió inmediatamente abriendo a Ábalos un expediente de expulsión y de momento le suspendió cautelarmente de militancia. No parecen las mejores decisiones, pero este asunto no ha acabado y de su resolución final dependerá el grado de afectación en el PSOE, aunque parte del mal ya está hecho.
Tanto el PSOE como el PP han reaccionado pidiendo comisiones de investigación en el Congreso y el Senado. Los socialistas quieren indagar no solo sobre el caso Koldo, sino sobre otros que afectaron al PP, en concreto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (su hermano se embolsó 269.000 euros por intermediar en la venta de mascarillas) y al alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. En el caso del PP la comisión en el Senado hurgará en el caso Koldo, aunque, de creer a la secretaria general, Cuca Gamarra, no hay nada que investigar porque todo está muy claro: Sánchez lo sabía todo desde el principio y lo tapó, declaró con gran seguridad y firmeza ante las cámaras de los periodistas.
En cuanto a Cataluña, en la encuesta de Electomanía publicada por Crónica Global esta semana, la novedad consiste en el sorpasso de Junts a ERC después de meses en que el partido de Carles Puigdemont iba a la baja. Las elecciones autonómicas las seguiría ganando el PSC, con 39 diputados, pero Junts sacaría cuatro más que ahora llegando a 32, los mismos que perdería el partido de Oriol Junqueras, que bajaría a 29. La otra novedad, que hace tiempo que no se producía, es que los tres partidos independentistas alcanzarían la mayoría absoluta al sumar los ocho escaños adjudicados a la CUP, uno menos que ahora.
Al margen de la intención de voto en el conjunto de España, la encuesta del Gesop aporta otros datos muy interesantes sobre el porvenir de la amnistía y de los intentos de “reconciliación” entre Cataluña y el resto de España. En plena campaña de las elecciones gallegas, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ensayó un camino que podría acabar en la concesión del indulto a Puigdemont dentro de “un plan de reconciliación”. Pues bien, siete de cada 10 votantes del PP rechazan, según la encuesta, este plan y solo el 22% lo apoyaría, mientras que a nivel de toda España la división es patente: el 47,2% estaría de acuerdo en la “reconciliación” mientras que el 45,1% la rechazaría. En Cataluña, los favorables ascienden al 68,8% (tres de cada cuatro) y solo uno de cada cuatro está en contra (23,4%).
Es decir, ni los votantes del PP respaldarían la supuesta solución para Cataluña ideada por su líder. El fiasco no es menor sobre la amnistía, que sigue siendo rechazada por una mayoría de españoles (un 61,5%), aunque se observa un ligero aumento de los favorables y un menor descenso de los contrarios. Entre los votantes del PSOE, se imponen quienes están en contra (47,1%) frente a los que están a favor (38,9%).
Ni la mayoría de los votantes del PSOE respaldan la amnistía ni la mayoría de los electores del PP apoyan el “plan de reconciliación” de Núñez Feijóo. Tanto ruido, de momento, para nada.