La productora barcelonesa de material sanitario Roca, con más de un siglo de historia a cuestas, es una entidad muy singular. Se trata del grupo catalán que mayor volumen de empleo genera en todo el mundo, con nada menos que 22.500 trabajadores. Además, maneja unas magnitudes económicas muy abultadas que pocas compañías familiares de la región alcanzan. Y casi todos los españoles conocen sus artículos, porque los utilizan a diario varias veces. Last but no least, Roca es uno de los pocos gigantes que no se largó con viento fresco tras el estallido del procés y todavía mantiene la sede social anclada por estos páramos.

Pese a tan relevantes factores, los máximos mandarines del consorcio son unos perfectos desconocidos para el gran público. Ello se debe a su extraordinaria discreción, su nulo perfil periodístico y su aversión extrema a las alharacas publicitarias.

El consejo de administración está presidido por Santiago de Gomar Roca. Es vicepresidenta Georgina Barangé Roca. Y vocales, José María Roca Hernández, Ramón Casals Roca, Gabriel Pich-Aguilera Roca, Víctor García de Gomar, María Guayente Sanmartín Gabas y Silvana Velasco Roca.

La prolífica estirpe de los Roca, integrada por un centenar largo de miembros, celebra cada año un rito ancestral. Se reúne con motivo de la junta general de accionistas para aprobar las cuentas. Tiene por costumbre congregarla en un local propio, que habitualmente se emplea como tienda de exposición para mostrar las manufacturas elaboradas.

Tiempo atrás, la sesión tenía lugar en un amplio espacio comercial del grupo, sito en la avenida de Sarrià, frente al ex campo del Espanyol. Pero de un tiempo a esta parte, la asamblea anual se cobija en un inmueble de la calle Joan Güell, cabe El Corte Inglés de Diagonal.

El acto siempre discurre de forma plácida, los acuerdos se toman por unanimidad y se aprueba sin rechistar el punto del día más descollante para la mayoría de los asistentes, a saber, el monto del dividendo que se llevarán al zurrón.

El año pasado, esta partida se cifró en 29 millones, tres más que el precedente. Con tal refuerzo, el dineral que Roca ha entregado a sus afortunados dueños en el curso de los últimos tres decenios suma la fruslería de 480 millones.

El alza del dividendo en 2022 se decidió pese al fortísimo descenso de los beneficios, que cayeron de 178 a 41 millones. El desplome se debió al abandono del mercado ruso por la guerra de Ucrania. En tan aciagas circunstancias, Roca hubo de enajenar el negocio. Lo transfirió a los directivos indígenas y contabilizó un asolador quebranto de 120 millones.

ROCA EN CIFRAS (en millones de €)

Año Ventas Beneficio
2022 2.091 41,5
2021 1.920 178
2020 1.680 60
2019 1.860 68
2018 1.775 95
2017 1.800 82

De todos modos, la cifra de giro global no se resintió y aun le quedaron arrestos para rozar los 2.100 millones. No en vano, el conglomerado Roca está integrado por casi cien compañías. Su vasta capacidad industrial abarca 76 factorías distribuidas por todo el planeta. Y sus lavabos se expenden en nada menos que 170 países.

Los orígenes de la casa se remontan a 1917, cuando los hermanos Matías, Martín, Ángeles y José Roca abren en Gavà un pequeño taller de radiadores y calderas de hierro fundido. Durante la Guerra Civil el gobierno republicano lo requisó para dedicarlo a fabricar obuses.

Un siglo después, aquel modesto negocio del bajo Llobregat se ha transformado en un coloso multinacional que luce activos por valor de 2.700 millones y un patrimonio de casi 1.700.