El Barça está pillado en el mercado de capitales (bancos y fondos de inversión), pero puede salvarse gracias al mercado de valores. La venta de Barça Studios y el impago de dos de sus compradores, Orpheus Media y Socios.com, adelanta la escisión del negocio digital del Barça. La situación ha obligado al club a recolocar Barça Studios en el fondo alemán Libero Football Financie y a un oscuro inversor de Chipre. De momento, Barça Studios pertenece a la plataforma Barça Media, que tiene previsto salir a cotización en la Bolsa norteamericana.

En Wall Street, el mercado al contado más influyente del mundo, Barça Media será puesta en valor en pocas semanas. Es el proyecto de segregación diseñado por Joan Laporta y sus asesores. Barça Media será la puerta de entrada de nuevos accionistas, pero el revoltillo de fondos que se harán cargo de esta sociedad es todavía un misterio. De tener éxito los cálculos, la aportación financiera de la firma desgajada y participada podría acabar con la quiebra técnica expresada en el balance del FC Barcelona: un activo realizable muy por debajo de su pasivo, que incluye una deuda bancaria de mil millones de euros. Solo las bolsas pueden sellar, con fondos propios,  la herencia irresponsable de Goldman Sachs. 

No digo que Laporta sea la “luz de Jovellanos”, pero listo, sí es.  De momento, la Liga de Futbol Profesional de Javier Tebas -el caballero endomingado que hace de Godoy- dicta la norma contable de los clubs. Increíble ¿Qué pasaría si la CEOE se metiera, por ejemplo, en las cuentas de Repsol o Endesa?

El proyecto de spin off es el primer paso de la privatización del Barça, único camino, o si lo prefieren, “alivio  penal”, como el que Sánchez quiere para los encausados del procés. Laporta anhela rendir cuentas ante una junta de accionistas en vez de hacerlo ante la actual asamblea de compromisarios, la vetusta fórmula mercantil copiada de las antiguas cajas de ahorro.

En los dos últimos años, hemos visto el resultado de experiencias ganadoras en los spin off de Acciona Renovables y Línea Directa Aseguradora, la primera vinculada a Acciona y la segunda, a Bankinter. Sin olvidar ejemplos anteriores que supusieron perdidas altísimas como la escisión de Meliá Inversiones Americanas, nacida en el seno del grupo hotelero Escarrer. Pero, sea como sea, la fiebre del spin off está de nuevo aquí y su empuje es el círculo de caza del tiburón blanco.

Dado que el Barça no cotiza en Bolsa, ahora, el valor liquidativo del club, cada día más bajo, se mide en relación al precio de los grandes clubs europeos. Por eso, antes de que el Barça se deprecie más, la actual Junta Directiva tiene prisa por poner en marcha la fórmula Barça Media. La transparencia es la tarjeta de presentación de las sociedades anónimas. El primer paso de la exfilial es convertirse en empresa cotizada, y el segundo, colonizar mercantilmente a la matriz, surtiéndola de liquidez o sustituyéndola sin perjuicio de su imagen de marca. Será el nacimiento de Barça Corporation.

Estamos adelantando el futuro, pero Laporta ya ha demostrado que no se detiene ante nada; es el presidente más veloz que ha tenido el Barça desde el interregno histórico de Narcís de Carreras, con el polémico discurso de toma de posición del cargo, celebrado en 1968, en la sala de actos de Fomento del Trabajo, en tiempos del sindicato vertical.

Los que señalan a Laporta, como cliente de las mejores marisquerías del país, tienen razón. Pero, al fin y al cabo, los números mandan, al margen de la alegre pólvora del Rey. Además, los números son el apóstrofe de una masa social que pronto se hará el harakiri.