Lo único bueno que existe en España es que la epidemia de Covid-19 está controlada. Somos la envidia de Europa, y los propios españoles estamos sorprendidos; en este sentido, Pedro Sánchez lo ha hecho bien. Nos envidia hasta Alemania, que podemos sacar pecho.
Pero en la esfera política es un fiasco desde todos los frentes: el catalán, el español y el de la epidemia, que hay quien dice que la sexta crisis puede volver. Hace un mes, Alemania era un ejemplo, y hoy es España, el mundo al revés…
En Cataluña, el Govern de la Generalitat depende de los antisistema de la CUP; ERC quería romper con Junts per Catalunya, pero no puede porque Convergència no existe, ha pasado a mejor vida.
El golpe de Estado del 1 de octubre de 2017 está en el Camposanto, los separatistas lo saben, todos lo saben menos la CUP, que está en babia…
La ilusión de los separatistas es que el PP del insustancial Pablo Casado consiga con Santiago Abascal la mayoría absoluta y el Palacio de la Moncloa. Está por ver en el 2023.
TV3 no deja de dar la matraca por tierra, mar y aire en todos sus programas; el último, la fugada Clara Ponsatí, que desde Perpiñán criticaba al Govern de la Generalitat.
El insustancial Casado tiene pesadillas con la impresentable Isabel Díaz Ayuso porque están enfrentados en la capital de España… Esta semana El Español dice que el PP perdería 17 escaños si hoy hubiera elecciones…
Lo dicho en el título: Cataluña es un olla de grillos, como España.