Las viudas negras

La llamada viuda negra es una araña venenosa con una mancha colorada en el abdomen, que se caracteriza porque la hembra acostumbra a devorar al macho tras el apareamiento. El nombre de viuda negra ha pasado a tener constancia mórbida en las crónicas de sucesos. Al propio sentido de la palabra viuda, con la muerte irradiando por sus ojos oscuros (el arquetipo sería la Irene Papas de Zorba el Griego) se le añade el adjetivo negra, lo que reporta un significado inquietante. El término viuda negra remite a episodios de ansiedad masculina ante la soledad de la viuda y la gestión de las tentaciones por parte de ellas que acaba con deriva a veces siniestra. En Estados Unidos se presentará próximamente la película Black Widow protagonizada por Scarlett Johansson.

Imagen de Scarlett Johansson en la película Black Widow / MARVEL

Lo cierto es que hay múltiples casos reales de crímenes protagonizados por llamadas viudas negras. La primera en el tiempo fue Belle Gunness o Bel Sorensen, una noruega nacida en 1858 y desaparecida en 1908. Emigrante en Estados Unidos a los diecinueve años, se casó con un sueco, también emigrante, que murió en circunstancias sospechosas tras haber firmado un seguro de vida. Se volvió a casar en 1902 con un ganadero mucho más joven que acabó corriendo la misma suerte. Viuda, utilizó sus atractivos físicos para ofrecerse a presuntos aspirantes al matrimonio que tras haberle aportado importantes cantidades de dinero eran asesinados. Llegó a acumular cuarenta y dos víctimas mortales entre las que estaban sus propios hijos adoptivos. Una neurótica que había descubierto la rentabilidad de los seguros de vida de los cónyuges. La otra viuda negra famosa fue la colombiana Griselda Blanco, la gran narcotraficante del Cartel de Medellín que nacería en 1943 y moriría en 2012. Violada por el padrastro, se casó tres veces matando a sus maridos. Pasó veinte años en la cárcel, salió en 2004 y acabaría siendo asesinada por sicarios. Una vida de turbulencias múltiples, a caballo del tráfico de la cocaína, siempre en la frontera entre la vida y la muerte. Sobre ella se ha hecho una telenovela colombiano-estadounidense en 2014, adaptación del libro de José Guarnizo: La patrona de Pablo Escobar, con Ana Serradilla interpretando al personaje.

Griselda Blanco y su amante Charles Cosby / INFOBAE

El caso de 'Maje', en Valencia

También se ha considerado casos típicos de viudas negras a episodios mucho más cercanos geográfica y temporalmente. Estoy refiriéndome a Maje, la viuda negra de Patraix (Valencia). De tal manera se conoce a María Jesús Moreno Canto, enfermera, de formación familiar religiosa, nacida en Novelda, cuyo marido Antonio fue asesinado en Patraix el 15 de agosto de 2017 a las siete de la mañana. Antonio era ingeniero del sector de la construcción y tenía 36 años. Se había casado en septiembre de 2016, ella con 26 años. Él fue apuñalado en el parking de su casa. El cadáver fue descubierto a las tres y media de la tarde. Maje leyó la carta de despedida en el funeral con muchas lágrimas y sollozos. Poco después, ella y su madre intentaban negociar todo lo referente a pensiones y seguros.

Maje, también conocida como la viuda negra de Patraix / LASPROVINCIAS

Las escuchas telefónicas con una amiga pusieron en alerta a la policía. Ella se sentía liberada. Pronto apareció el responsable directo del asesinato: un enfermero llamado Salva que había cometido el crimen a instancias de ella. El “pagafantas”. Lo hizo por amor a ella, aunque la misma ya tenía paralelamente otros amantes. Salva es 20 años mayor que ella, está casado y tiene una hija. Un ejemplo de sumisión extrema del amante a la mujer. Ella tenía relaciones paralelas de las que Salva era relativamente consciente pero su manipulación emocional era absoluta. Mientras era asesinado su marido ella estaba en la cama con uno de sus amantes. A Salva le había facilitado las llaves del garaje y el horario de retorno del marido para que pudiera actuar. Hoy ella se encuentra encarcelada en Picassent donde según los medios ha tenido nuevas relaciones amorosas.

Un ejemplar de "latrodectus", la araña conocida popularmente como la "Viuda negra" / WIKIPEDIA

Otra viuda negra valenciana ha sido Conchi, alicantina de Onil, de cuarenta y cinco años, que se hizo pasar por tetrapléjica y que mató a su marido el 22 de agosto de 2018 en compañía de su supuesto cuidador. Tenía cuarenta y cinco años y se había casado con la víctima, un camionero jubilado de sesenta y nueve años hacía tan solo veinte días. Era el cuarto marido. De dos de ellos se había separado, el otro había muerto de modo oscuro. El jurado popular ha dictado treinta y veintiocho años de prisión para Conchi y su cuidador. Si el móvil económico es bien patente en el caso de la viuda negra de Patraix, en el de la alicantina no es tan claro. En tal caso, la muerte del marido solo podía generar una corta pensión vitalicia. Es evidente que entre las mujeres perversas el perfil de la viuda negra es uno de los más arquetípicos. La muerte del marido como trofeo de guerra.