Banca Privada d’Andorra (BPA) inició en 2003 un plan de expansión internacional para consolidar su presencia en el mundo que le ha llevado a tener presencia en varios países. Como parte del plan de crecimiento del grupo en España, adquirió Banco de Madrid en julio de 2011. Era una entidad dedicada al segmento de banca privada que formaba parte de Kutxa --Caja de Ahorros de Guipúzcoa y San Sebastián--. Tras esta operación, BPA se convirtió en la primera entidad andorrana en obtener licencia bancaria en el país vecino. Antes, el Principado se comprometió a abandonar su estatus de paraíso fiscal. Quédense con un dato, PwC fue la encargada de asesorar al grupo financiero vasco en el proceso de venta.
Se nombró al economista José Pérez Fernández como presidente no ejecutivo del consejo de administración. BPA culminó la compra de la sociedad de valores Interdin SA el mismo año, 2011. Era la novena en el ranking de sociedades por volumen de negociación.
El proceso de expansión en España continuó en 2012, año en el que BPA logró incrementar un 50% el volumen de recursos gestionados gracias a la compra de la gestora de patrimonios Nordkapp al Banco de Valencia. En enero de 2013, Banco Madrid, la filial española, anunció que adquiría la gestora de patrimonios Liberbank Gestión y formalizaba de este modo una alianza estratégica con Liberbank. Ambos grupos financieros se comprometían a desarrollar productos de inversión de forma conjunta e integrar sus sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva en una única sociedad, Banco Madrid Gestión de Activos.
Posteriormente, en noviembre de ese mismo ejercicio, Banco Madrid y Banco Mare Nostrum (BMN) alcanzaron un acuerdo en virtud del cual los andorranos compraban la gestora a los segundos y pasó a gestionar los fondos de inversión que se distribuyen en exclusiva en la red comercial. Esta operación se hizo efectiva en marzo de 2014 y permitió que la firma española se situase entre las 15 primeras entidades por volumen de activos bajo gestión en el ranking de Inverco. Los fondos de inversión y sicavs que controlaba superaban los 4.500 millones.
Y así fue como todo ese trabajo del Grupo BPA empezó a molestar a varias entidades bancarias y financieras de ambos lados de la frontera. No hay que olvidar que en Andorra había alcanzado ya una significativa cuota de mercado, del 20%. Por todo ello alguien pensó seguramente que había que tomar cartas en el asunto, unos cuantos individuos parece ser que empezaron a trabajar con este fin. En el momento de la liquidación de Banco Madrid, y según un informe del propio Banco de España, la entidad presentaba unos niveles de solvencia y liquidez superiores a la media del sector.
(Para todo aquel que no lo haya visto todavía, les recomiendo el documental titulado The Andorra Hustle en el que varias personas a las que hasta ahora nadie ha dado voz, explican su versión de lo acontecido).
Hay que recordar que el juzgado de Instrucción número 38 de la capital archivó una querella contra el consejo de administración de Banco Madrid tras considerar que no solo no se acreditó ningún delito, sino que desde que dependía de BPA la entidad había reforzado sus controles contra el blanqueo. Fue la cuarta decisión judicial en España que eximía de cualquier responsabilidad al grupo financiero.
El juzgado se apoyó para dictar su resolución en el testimonio de un perito del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac) para acabar con la teoría de que se trataba de una organización dedicada al lavado de dinero. También hizo referencia a que la Udef, la unidad de investigación del blanqueo de la Policía Judicial, había abierto una investigación al comienzo del caso "y hasta la fecha de hoy no ha dado ningún fruto", tal y como manifestó el juez en su escrito.
Pero la evolución del banco cambia a partir de la primavera de 2014. En una columna del 27 de julio de un año después ya hice referencia a lo que nos quisieron hacer creer como “casualidades”, y que ya entonces, con apenas información, ya dábamos por inverosímiles. Sucesos que llevaron al colapso del grupo del Principado.
Que el embajador de los EEUU en Andorra y España visitase el Principado en abril de 2014 y dijese que "Andorra está centrada y se mueve en la dirección correcta" contrasta bastante con la Nota Verbal, Non Paper que ése mismo país mandó apenas unos días después, vía diplomática, al Govern del país pirenaico. En ella se conminaba al territorio a que tomase de forma urgente las medidas necesarias para “adecuar su sistema financiero” así en general y, de forma explícita, 16 millones de euros de unos holandeses cuyo origen no estaba nada claro.
Esta cuenta no tenía nada que ver con BPA. En la nota que EEUU mandó al Ejecutivo de Antoni Martí y que años después han salido a la luz se puede leer hasta tres veces la palabra “urge” --"The US URGE" […] "We "URGE" the Andorra government to implement.., " […] "We "URGE" your governement to remedy any shortcomings in the overall financial supervisory regime"--.
BPA, una entidad que pasó una larga travesía del desierto para obtener una ficha bancaria española con Banco Madrid ¿se iba a jugar todo su arduo trabajo por hacer mal las cosas? ¿Incumplía entonces con las auditorías de compliance que realizaba KPMG bajo la batuta de la señora Maria Cosan Canut (ejecutiva que más tarde ocupó el cargo de directora del INAF)? ¿No es menos cierto que el director de la UIFAND , Carles Fiñana Pifarré, llegó a emitir certificados de apoyo para BPA ante otras entidades financieras españolas? Incluso se publicó en 2015 el apoyo que le daba la unidad antiblanqueo.
En una noticia aparecida el 14 de septiembre de 2014 a raíz de la declaración de Jordi Pujol i Soley sobre la deixa de l’avi Florenci en julio de ese año se señala que “según publicó el Diari d'Andorra, el presidente andorrano, Antoni Martí, se reunió esta semana con los máximos responsables de los bancos implicados, Andbank y BPA, para tratar de acotar el escándalo. Para empezar, quieren limitarlo a la documentación que ya consta en manos de la policía española, esto es, quieren dejarlo en poco más de cuatro millones de euros, que son los que Marta Ferrusola y sus hijos --Oleguer, Marta, Pere y Mireia-- ya han regularizado ante la Hacienda española. El escándalo es tal que Martí ha arrancado el compromiso de los presidentes de Andbank, Manel Cerqueda, y del BPA, Ramón Cierco, de volver a mantener una segunda reunión en la primera quincena de septiembre para establecer la cifra exacta”.
¿Se sentó Martí, jefe del Ejecutivo andorrano, con los responsables de BPA por el resto de procesos ilegales que se atribuía a la entidad? Si con el paso del tiempo ha quedado demostrado que tanto Gao Ping como Petrov, a los que se nombraba de manera explícita en la nota del FinCen que llevó al colapso del banco en marzo de 2015, están en su casa desde hace años; que lo de los venezolanos eran contratos de petróleo y no lavado de dinero del Gobierno del país latinoamericano; y que de los mexicanos nunca se supo nada más, ¿realmente hubo en BPA o Banco Madrid una estructura de blanqueo de capitales? ¿De quién?
La Nota Verbal, Non Paper que EEUU mandó al Gobierno de Andorra iba dirigida a “su sistema financiero en general”. El FinCen retiró el 15 de febrero de 2016 en una acción sin precedentes el aviso que había emitido casi un año antes sobre la presunta operativa corrupta de BPA. ¿Qué ocurrió en realidad desde la primavera de 2014 hasta el 10 de marzo de 2015 que provocó la caída del grupo financiero?