Hay una primera cuestión, y es que no me fío del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Me recuerda a Rodríguez Zapatero. La única diferencia es que hace dos años se enfrentó al establishment del PSOE, y ganó el envite, por eso, en principio, le admiré, hasta que vi que era un espejismo. Ahora ya no. No temo por la integridad de España, pero sí por los españoles, mis paisano.
No pienso como Federico Jiménez Losantos ni César Vidal, ni como los líderes del PP, VOX y Ciudadanos, por motivos diferentes. Estoy huérfano de partido, pero iré a votar en las catalanas cuando lleguen (ahora ERC no tienen prisa y se especula que serán en otoño). Lo cierto es que no me gustan los populismos, ni de derechas ni de izquierdas. Ambas venden mentiras al por mayor.
Digo que no me creo que esté en peligro la integridad de España, porque Sánchez no la quiere romper, que es lo importante (si la rompiera iría a la cárcel). Es la gran ventaja de la Constitución, por eso soy constitucionalista. Los separatistas la odian y consideran que estamos en una etapa neo franquista. Y es que los 'indepes' también son populistas. Ese viento asola España y Europa.
Ahora bien: no habrá acuerdo en la mesa de negociación, porque los independentistas juegan al todo o nada, como los tertulianos y políticos de derecha (el centro no existe en España, lo mató el amante de Malú), y, pese a que el nuevo Zapatero luche por conservar la Moncloa, no va a cambiarla por Alcalá Meco. Pedro Sánchez no es ningún memo.
Claro que el brete que tiene se lo ha puesto él mismo a los pies, al liberar a Mariano Rajoy de su pesada mochila. Don Tancredo no volverá a la política como no vuelven Felipe González ni José María Aznar: la erótica el poder es un camelo. No lo es para quien no tiene para caerse muerto.
Y en eso llega el cese del director de la Agencia Efe, Fernando Garea. Ha sido cesado por Pedro Sánchez y sustituido por Gabriela Cañas, periodista de El País. No creo que sea por política nacional sino por la política en Sudamérica. Y es que Efe es la principal agencia de noticias extranjera en Latinoamérica, porque Fernando es anti Maduro, en Venezuela hay que serlo, y los socios de Pablo Iglesias lo son.
Garea se ha ido dando una lección de periodismo: no ha criticado a quien le ha cesado diciendo que la agencia pública Efe no está al servicio del gobierno sino del Estado. Empero la filosofía de Podemos cambia según dónde está. Esa banda piensa como Lenin: no es lo mismo estar en el gobierno que en la oposición.
En el gobierno se está calentito. En España, mientras cogobiernen, estaremos en invierno.