¿Hacia dónde camina el separatismo? ¿Qué persiguen los líderes del procés? ¿Dicen la verdad de cara o se la reservan para decirla por la espalda y apuñalar? De todo debe haber. De todo hay. Mucha frase grandilocuente. Palabras escogidas. Palabras calculadas para impresionar. De cara. Pero por la espalda su lenguaje es soez y traidor cuando creen que nadie les escucha. El eurodiputado de Convergència Ramon Tremosa se desahogó a sus anchas. A reventar. Seguro que intentaba reventar Convergència con su feroz crítica a “Mas, Junqueras, Forcadell i la puta que els va parir”.
Ya se conocen las conversaciones de la Operación Loki desarrollada por la Brigada Provincial de Información de Barcelona. No tienen desperdicio. Se buscaba a personajes vinculados a una supuesta creación de una fuerza paramilitar a favor del separatismo. Por controlar y prevenir. Y ahí pillaron esa maravillosa frase de don Ramon Tremosa que no tiene desperdicio. Desde “cabrones y podridos” a Mas y Junqueras, trituró todo lo imaginable, echó todos los insultos que conoce por su boquita el eurodiputado para reventar Convergència. Si crees que nadie te escucha echas hasta el hígado por la boca. Eso hizo el señor Tremosa, pero estaba siendo gravado. En estos tiempos te grava hasta la rama del árbol que roza el balcón de la ventana. No se puede abrir la boca casi ni para respirar. Te controlan el oxígeno que respiras, por si hay que ponerle un impuesto a las palabras que pronuncies. Boca cerrada. Incluso para comer. Así no salen moscardones.
Sorprende que se hayan publicado las conversaciones de Tremosa que datan de 2016 cuando Mas había convocado una consulta y ya se veía cómo se acercaba la tormenta. Todos la veíamos menos el Gobierno de Rajoy. ¡Ay Mariano! ¡Qué oportunidad perdiste de enfocar el vendaval catalán y pasar a la historia como un político de altura! Sorprende escuchar esa conversación y no las actuales puñaladas entre JxCat y ERC por dominar la Diputación de Barcelona. No ha gustado el pacto entre JxCat y los socialistas. Debe ser que ahí se maneja la pasta, o sea el dinero, o sea, que unos desayunarán leche y otros no desayunarán. No sé si me explico, pero por ahí deben ir los tiros envueltos en palabras que hieren más que las balas. Ese pacto ha sacado a la luz la ruptura que hay entre los dos mayores grupos independentistas y se llaman de todo menos guapos. Queremos oír sus respectivas alabanzas. Enciendan ya la emisora, el ciudadano está expectante.
La relación entre JxCat y ERC “ha tocado fondo” según Elsa Artadi. La ANC convoca protestas contra ERC y JxCat por los pactos con el PSC. Y la diputación se constituye sin saber quién la va a presidir. Las frasecitas tras la puerta no van a tener desperdicio. Las maldiciones bíblicas se van a escuchar en el interior de las cloacas. En el exterior temblarán hasta las nubes si se mantiene el pacto con el PSC. El tema es quién preside, si un independentista o uno del PSC. ERC le da la presidencia a JxCat “ya que esto no va de sillas”, dijo Pere Aragonès, vicepresidente del Govern. Que pongan altavoces cuando termine la sesión donde se elija el presidente de la diputación. Queremos oír los adjetivos cariñosos de unos y de otros. Queremos aprender ese vocabulario de arrabal que van a emplear los independentistas perdedores. Seguro que hay palabras que no conocemos.
Todos sabemos que una cosa es lo que se dice desde tribuna y otra lo que se dice detrás del telón, detrás de la puerta o en la mesa durante la cena. Todavía recordamos cuando Jordi Pujol, pensando que estaba en su jardín al lado de doña Marta Ferrusola, exclamó en TV la cariñosa frase de “¿Qué coño es eso de la Udef?”. Frase ya enmarcada, y sino que la enmarquen, a la puerta del palacio de la Generalitat. Ahí se rompió el cable de unión con el 3% y con el independentismo que Pujol gestionaba y subvencionaba. Ahora diría “de dónde coño vamos a sacar la pasta para la independencia”. A partir de Pujol comenzó otra época. Se cayó el telón.
Habrá que escuchar tras la puerta lo que se dicen los independentistas cuando termine la sesión en la diputación si el presidente es del PSC. Habrá que escuchar tras la puerta los comentarios cuando haya sentencia del procés. Habrá que escuchar tras la puerta lo que dice JxCat cuando ERC apoye a Sánchez, aunque sea con votos abstencionistas. Habrá que escuchar tras la puerta lo que dice el separatismo de los políticos y de los empresarios. Incluso de los periodistas no afines. Habrá que leer las líneas que hay en su cerebro tras la sonrisa falsa de su boca. Puede que estemos en el inicio de una nueva etapa. ¿Qué destino es el marcado? Lo irán marcando poco a poco. Con sonrisas y putrefactas palabras. Se le entenderá mejor. Seguro. “La puta que els va parir” no necesita traductor.