No se sabe muy bien si se han desprendido de la viga común o se están formando en la viga al partirse. Complicado. Pero el goteo de astillas es continuo en el PSOE. Se desprenden cuadros y académicos. Y, peor aún, a otros los echan por críticos. Ay Pedro. No se sabe si Cruel o Vengativo, pero su segundo mandato se caracteriza, de momento, por llenar el suelo de astillas. Parecía que las apariciones de Rubalcaba eran la señal de la paz con el viejo PSOE. Pero no. A Rubalcaba no se ha dignado llamarlo nunca. Las apariciones de don Alfredo eran de servicio al Rey y su causa. No al PSOE. Pedro se vale por sí mismo, no necesita ayuda, según él mismo. Quien rechaza la ayuda, aunque sea la de un niño, es un poco loco.
En una pasada aparición, en un desayuno informativo, Pedro Sánchez repitió hasta once veces la expresión "nuevo PSOE". Se supone, o así los interpretan veteranos del partido, que Pedro quiere dejar atrás al viejo PSOE. Pues, amigo Pedro, el nuevo PSOE no parece que tenga una línea clara y un proyecto definido. Y tu bloque empieza a astillarse aunque todos lo nieguen en público, no en privado, ni a la puerta del bar Manolo.
No se niega el pragmatismo y el giro que ha dado Pedro Sánchez, incluso se aplaude las conversaciones con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la línea marcada por su antecesor en Ferraz, Javier Fernández. Dejó atrás el “no es no” y parece que ahora son todo reverencias a Mariano, lo que disgusta a algunas astillas de su propia dirección, que están pensando descolgarse. A pesar del gran trabajo de José Luis Ábalos. Peligro, Sánchez. La división que provocaron las primarias y la falta de perspectiva de gobierno complican el crecimiento del partido. Las primarias quedan muy bien de cara a los militantes "pero son un dislate para nombrar al secretario general", comenta un viejo militante con cargos importantes a su espalda. Y ésta sí es una astilla grande desprendida de la viga principal.
Pedro Sánchez dejó atrás el “no es no” y parece que ahora son todo reverencias a Mariano, lo que disgusta a algunas astillas de su propia dirección, que están pensando descolgarse
A pocos días de la reunión del Comité Federal, previsto para el 17 de febrero, nadie sabe cómo va a ser el nuevo reglamento de cara a nombrar candidatos a las elecciones municipales y autonómicas. ¿Los elegirán los militantes y simpatizantes? Fue compromiso de Sánchez. ¿Están de acuerdo los barones autonómicos? Ahora parece que la ejecutiva supervisará las listas que salgan de primarias. Irán los que diga Pedro. Hay algunos cargos de su ejecutiva que no piensan cambiar de ocupación, caso de la portavoz en el Congreso, Margarita Robles, cuyo fracaso como portavoz es conocido, pero ser candidata a la alcaldía no le gusta. No quiere enfrentarse a Carmena. Jueza frente a jueza. Uf. Aquí sí saldrían astillas afiladas. Por otro lado los grupos económicos del partido, bajo la batuta de Escudero, aseguran que "hay descapitalización desde la desaparición de la vieja élite y su guerra civil". No es poco. De aquí han salido las ideas de los impuestos a la banca y las matrículas universitarias gratis.
La descapitalización no es un tema menor. Y esto se debe a la soberbia de Pedro. Con lo fácil que hubiese sido apoyarse en Felipe y Rubalcaba y estaba hecha la mitad de la andadura socialista. Este juntaletras es un iluso, dice un ejecutivo de la vieja guardia. Ya. Pero lo cierto es que desde Ferraz, sede del PSOE, miras ahora la Casa de Campo y te parece el océano Atlántico. Y Prado del Rey algo inalcanzable. Será por algo. Y puede que lo que funcionó para ganar las primarias sea negativo para ganar las elecciones y conseguir la gran ambición de Pedro Sánchez, ser presidente del Gobierno de España. Ese es el dilema, que no es poco.
Dilemas a descifrar y desconcierto entre la militancia. Porque Pedro se ha acostumbrado a bailar de acera a acera. Según sople el viento. Defiende que España es plurinacional y luego cambia y reivindica la Declaración de Granada, santo y seña de Rubalcaba y Fernández. Bandazos. ¿Y el proyecto? Se está a la espera. Cataluña tapa todo. Para el Gobierno y para la oposición. Pero sin proyecto no hay futuro. Ni se ganará a los ciudadanos. Luego no se ganarán elecciones. La columna principal del PSOE suelta muchas astillas. Y no hay peor astilla que la de la misma columna. Y Sánchez ha comenzado su segundo mandato con una derrota en Cataluña. No se olvida. Tendrá Pedro que despertar de su letargo, el invierno termina y hay que salir de la madriguera y dar la cara. Pelear por la subsistencia. Y por ser el líder de la montaña. O te comerá cualquier gineta que pase por la ladera.