¡Vaya tiempo que nos toca vivir! En política. No hay por donde empezar a caminar. Miramos los partidos y no hay donde clavar el ojo. Miramos las autonomías y todas tienen sus alforjas vacías, a pesar de ser el país que raya el federalismo. Miramos el Gobierno y sus ministerios y se nos nubla la vista. ¡Qué desastre! Y Mariano de paseo y sin inmutarse. Miramos a Cataluña... y no se ve nada. Estamos al principio, otra vez. ¿Avanzamos o retrocedemos? Sin respuesta. Y sin movimiento.
Veamos el panorama. ¿Qué hace el presidente Rajoy? Nada. Mirar hacia otro lado. No distingue si viaja en avión o en AVE. A Maduro le apellida Madero. Está fuera de sí. Por la calle Génova, sede del PP, se observan ciertos movimientos raros. No sé si sísmicos. Pero sí llenos de nerviosismo. Algunos no saben cómo comerse la empanada gallega. Con la mano o con el tenedor. Dicen que el presidente está sometido a muchas presiones y no recibe ayuda de sus ministros porque éstos, la mayoría, ni saben ni sirven. La prueba es la descoordinación entre el fiscal general y el juez Llarena en lo referente a Puigdemont. Moncloa está fuera de sí con la crisis de Cataluña. Y Soraya de Castilla, a por uvas. Fracaso. Enorme fracaso con el tema de Cataluña. Adiós Soraya. Tiene también el presidente Mariano Rajoy la espada de Gürtel sobre la cabeza por si tiene que ir a declarar otra vez y por si los pájaros de Gürtel cantan la traviata sobre el Gürtel nacional. Peligro. ¿Y los Presupuestos? Difícil su aprobación por el Congreso. Si PNV y Cs no apoyan, adiós legislatura. Cuidado Mariano.
Si miramos al PSOE puede que se nos nuble la vista. Este partido no lo arregla ya nadie, salvo que vuelva Alfonso Guerra. Comentan que la viaja guardia, liderados por Rubalcaba, está maquinando un segundo golpe de estado contra Pedro. Lo que faltaba. Pedro va por libre, pasa de los históricos y sanciona y expulsa a quien no cree de su rebaño. Y, claro, algunos se van antes de que los eche, caso de Corbacho, porque miles de militantes “no se reconocen en el partido”. Los paseos de Pedro con Susana son puro maquillaje. Y de las muchas conversaciones de Pedro con Mariano hay opiniones para todos los gustos. A Javier Fernández le gusta que negocien, como él lo hizo antes. A gente de la nueva ejecutiva no le gusta nada. No es no. Porque, al final, Mariano te merienda.
Clase política mediocre. La mayoría nunca han tenido un trabajo ni una profesión. Es la política. Conseguir un escaño y maniobrar para mantenerlo
¿Y Ciudadanos? Están en la nube. Hoy son el perejil para todas las salsas. Cuidado, también se muere de éxito. Y la consecuencia de dar brochazos en todas direcciones es que al final uno se mancha. Albert, en su aparición de ayer por el Fórum en el Ritz parecía ya el presidente del Gobierno. Todavía no has ganado nada Albert. Y tu discurso es repetitivo. Cambia el discurso, ya chillan los tímpanos. La victoria en Cataluña se va desinflando. Ni presiden el Parlament. De cara a próximas elecciones generales, cuando Rivera rompa el pacto con PP a quien ya le sacude por todos los lados, se precisa un programa. Programa, programa, programa, que decía Julio Anguita. ¿Dónde está el programa? Apoyar a gobiernos del PP y del PSOE indistintamente no se entiende en muchas partes de España. Habrá que definirse. Y cumplir la palabra dada a los ciudadanos. ¿Fuera corrupción? Pues no se entiende el blindaje a Cristina Cifuentes sobre la corrupción del Canal de Isabel II. Cristina, que lo sabe todo, íntima amiga de González, el anterior presidente de la Comunidad de Madrid. No se aprecia la lanza a la yugular. Combatir la corrupción no es eso. Mucho giro de veleta. ¿Y las cuentas? ¿Por qué no las avala el Tribunal de Cuentas? Ya empezamos, antes de gobernar. ¿Mantendrá las Autonomías, Albert, si llega a gobernar España? Rubalcaba ha dicho que las autonomías “han venido para quedarse”. A Rivera no le gustan.
Podemos. ¿Podemos? Ah, sí, que Podemos es un partido. Hay quien piensa que sólo es Pablo Iglesias. Partido unipersonal. Divisiones. Personalismos. Enfrentamientos. Narcisismos. Indefinidos. Sobre todo en lo referente a Cataluña. Rápida escalada. Más rápida la caída. Y ahí están. Buscando una definición para recuperar a los ciudadanos que han huido.
Clase política mediocre. La mayoría nunca han tenido un trabajo ni una profesión. Es la política. Conseguir un escaño y maniobrar para mantenerlo. ¿Se abre una nueva etapa, con gente nueva? Lo veremos en las próximas elecciones generales. Estaremos atentos.