Algunos miembros de la familia Sumarroca vuelven a estar en entredicho. Una comisión de investigación del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès ha descubierto que dicho consistorio entregó 126.000 euros a la sociedad Teyco, perteneciente a ese linaje, por unos trabajos inexistentes en la construcción de una pista de atletismo.
En el momento de ocurrir esa curiosa irregularidad, Sant Cugat tenía de alcalde a Lluís Recoder y la responsable de Urbanismo era Mercè Conesa, que hoy sigue siendo edil del consistorio. Ambos militan en Convergència, que gobierna la ciudad de forma ininterrumpida desde los años 80 del siglo pasado.
Teyco se llama ahora Top Proyectos y Contratas. Cambió púdicamente de razón social a comienzos de este año, porque su nombre olía a chamusquina como consecuencia de los reiterados escándalos de presunta corrupción y trasiego de mordidas en los que tanto la compañía como sus dirigentes se han visto envueltos.
El grupo de los Sumarroca --uno de los principales donantes de CDC-- ha recibido desde 2010 de las administraciones catalanas centenares de contratos, por valor de más de 200 millones de euros
El grupo ha recibido desde 2010 de las administraciones catalanas varios centenares de contratos, por valor de más de 200 millones de euros. Se da la circunstancia de que Teyco es históricamente una de las principales donantes de fondos a las fundaciones de Convergència.
A este respecto, bien podría decirse que la constructora forma con el partido de Jordi Pujol, Artur Mas y Carles Puigdemont un chusco remedo de Juan Palomo.
El aluvión de negocios que el Gobierno catalán y los ayuntamientos de esta comunidad proporcionan a Top Proyectos no evitan que esta firma nade en un océano de pérdidas. Tal como informaba Crónica Global esta semana, la empresa se ha visto obligada a negociar el aplazamiento de su pasivo bancario y de sus débitos a Hacienda. Por si esto fuera poco, anda incursa en causa de disolución por la insuficiencia de sus fondos propios, mermados por la acumulación de números rojos en los últimos tiempos.
Los Sumarroca son objeto de pesquisas por partida doble. El patriarca Carles Sumarroca Coixet y su hijo Carles Sumarroca Claverol, hubieron de comparecer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz para explicar ciertas transferencias de dinero al multimillonario Jordi Pujol Ferrusola, un experto en paraísos fiscales para el desarrollo de sus negocios variopintos.
Pero quien bate récords en el controvertido clan es el presidente de Teyco, Jordi Sumarroca Claverol. La fuerza pública le detuvo por primera vez en 2014 y pasó tres semanas en la cárcel. Se le achacaban presuntos pagos ilícitos al ex alcalde de Torredembarra, el panadero Daniel Massagué. Éste otorgó a Teyco las obras de un aparcamiento que acabaron costando un 40% más de lo presupuestado.
En casa de Jordi Sumarroca la policía encontró un listado de ayuntamientos con la reseña de las obras adjudicadas y, junto a ellas, unas cantidades equivalentes al famoso 3% del coste de cada obra
En la misma batida se apresó a un tío y una prima de Jordi, Joaquim Sumarroca y Susana Sumarroca, respectivamente. A la vez, se practicaron registros en Catdem, una de las fundaciones de Convergència, y en otros varios ayuntamientos. Gracias a la documentación intervenida, el juez fue tirando del hilo y halló un rastro de abonos de Teyco a las fundaciones de dicho partido político.
El asunto se reactivó un año después de forma espectacular. Durante el verano de 2015, dos centenares de policías entraron en busca de pruebas incriminatorias en la sede de Convergència y en los consistorios de Sant Celoni, Sant Cugat, Figueres y Lloret de Mar.
Así mismo escrutaron la sede de Teyco y el domicilio privado de Jordi Sumarroca. Éste fue detenido otra vez y alojado de nuevo en prisión. Salió de ella tras desembolsar una fianza de 600.000 euros.
Sobre Teyco planea la sombra de gravísimas ilicitudes, pero ello no es óbice para que se siga beneficiando de pedidos del sector público
En su casa se encontró una caja fuerte que contenía material comprometedor. En particular, un listado de ayuntamientos con la reseña de las obras adjudicadas y, junto a ellas, unas cantidades equivalentes al famoso 3% del coste de cada obra.
Sobre Teyco planea la sombra de gravísimas ilicitudes, pero ello no es óbice para que se siga beneficiando de pedidos del sector público. El último de ellos es del Ayuntamiento de Tortosa, que le ha encargado una piscina municipal por 4,8 millones.
Los jueces tienen en su punto de mira a varios integrantes de la saga Sumarroca. Ya se verá en qué desembocan las indagaciones y si sus supuestos delitos acaban en condena. Pero es innegable que esta dinastía ha amasado una inmensa fortuna gracias a la asignación de contratas y más contratas públicas bajo la égida de los gobiernos convergentes.