El nuevo pacto entre el catolicismo tradicionalista vasco --pero moderado-- y un grupo socialista --también vasco-- ha inaugurado la remozada feria otoñal de las nacionalidades. Idoia Mendia lo ha resumido muy bien: "[Euskadi como] nación en sentido cultural es un término perfectamente aceptado" y el acuerdo es "una buena hoja de ruta para España". Son legión en el PSOE los que consideran que el pacto PNV-PSE es muy útil, sobre todo para seguir iluminados aunque sea por focos externos, mientras la mayoría de las bombillas del partido estén fundidas y los técnicos de la gestora se desesperan por localizar el fallo electroideológico que les ha dejado sin luz.
El pacto vasco ha ilusionado aún más a una parte del nacionalismo sureño
No hay duda que esta renovada feria otoñal está siendo todo un éxito. No es casualidad que el estand andaluz sea uno de los más concurridos. El pacto vasco ha ilusionado aún más a una parte del nacionalismo sureño, otro grupo espera ansioso el triunfo definitivo del nacionalcatalanismo que como potencia extranjera liberará a los andaluces de la pesadilla franquista y del colonialismo español. Esperan la vuelta victoriosa de los nietos de aquellos emigrantes, encabezados por Rufián, al son alegre de la paz.
Se acerca el 4 de diciembre --el primer y original día-- y la temperatura andalucista está subiendo muchos grados. Los debates, muy intensos, se están centrando no sólo en la reivindicación del reelaborado hecho diferencial, también en la recuperación de los vínculos entre municipalismo y soberanía, y en la crítica de la incuestionable realidad de Andalucía como una economía extractiva y periférica.
La nueva líder andalucista, antes solo podemita, Teresa Rodríguez ha afirmado que Andalucía "de alguna manera también es una nación". Inquietante, descorazonador ha sido para muchos el acomplejado y dubitativo "de alguna manera". El antropólogo y tertuliano Javier Aroca ha impulsado la refundación del PA con el nombre de Andalucía por Sí, en busca de la centralidad política autonómica, ahora ocupada por Ciudadanos. En el estand también hay folletos de activas organizaciones como Asamblea Andaluza, Somos Andaluces o Nación Andaluza. Esta última se ha hermanado con Súmate y la CUP que la arroparán en un nostálgico y reaccionario ejercicio de travestismo lerrouxista el próximo 4 de diciembre en el Nou Barris barcelonés.
Todo se quedaría en fuegos artificiales y en débiles y pasajeras iniciativas, sino fuese porque entre los impulsores de este otoñal evento se encuentra un selecto grupo de náufragos socialistas
Todo se quedaría en fuegos artificiales y en débiles y pasajeras iniciativas, si no fuese porque entre los impulsores de este otoñal evento se encuentra un selecto grupo de náufragos socialistas. ¿Es acaso la recuperación del metafísico término constitucional de nacionalidad y del germanófilo de nación cultural una huida hacia delante? Se abre un camino peligroso con emociones fuertes, quizás en la línea de Thelma & Louise y su trágico final, el posible parecido de Mendia con Louise es pura casualidad. Y mientras el PSC se asoma al mismo precipicio.