Podemos, ¿puede o no puede?
No pasa un día sin que haya alguna novedad. En Podemos. A estos chicos les gusta ser protagonistas. Una semana hace que fueron las elecciones. Pues ya tenemos portada. Otra vez. Nos vamos a refundar “en un partido normal”. ¿Cómo? Entonces, ¿qué han sido hasta ahora? Cosas de Iglesias. A lo peor quien no ha sido normal ha sido su líder, Pablo Iglesias. Pues quiere hacer un “partido normal”. Para empezar arrincona a su número dos Íñigo Errejón. No veo la normalidad. A nivel popular el “más normal” es Errejón. Se cansará. Se le agotará la paciencia y mandará “a por churros” a su colega Iglesias. Entonces llegará “la normalidad”.
Pablo Iglesias tiene varias asignaturas pendientes. Además de la propia como líder de Podemos. Un proyecto político: ¿dónde está? No lo tiene. Un programa de Gobierno: ¿dónde está? No lo tiene
Pablo Iglesias tiene varias asignaturas pendientes. Además de la propia como líder de Podemos. Un proyecto político: ¿dónde está? No lo tiene. Un programa de Gobierno: ¿dónde está? No lo tiene. Estabilidad para los ciudadanos, tampoco se recoge en ningún folio. Pues a los españoles les gusta la estabilidad. No quieren aventuras, como ha quedado demostrado el pasado 26J. Prefieren a los ladrones conocidos. Y lugar en el mapa político español: ¿cuál es? No lo saben. Socialdemócrata, antisistema, comunista... ¿cuál? De momento, no lo saben. O sea, que los de Podemos van a ser “un ejército regular”. “Nada de partisanos” que las aventuras bélicas están muy recientes en el subconsciente del ciudadano español.
Entonces, Podemos ¿puede ser un “partido normal”? ¡Ah! La respuesta está en sus manos. De momento no es muy normal que las cabezas pensantes y más ‘normales’ sean apartadas, o relegadas, por el líder. Puede haber ruptura. Puede haber rebelión y descabalgar al líder de su montura. Puede haber de todo, menos normalidad. Incluso puede haber más conocimiento por la ciudadanía de su falta de ‘normalidad’ y en futuros comicios mandarlos al gallinero del Congreso, por insignificantes. Puede.
Puede ganarse al ciudadano o ganarse su repulsa. Porque se avecina una etapa interesante. Con temas importantes para España. Como la reforma de la Constitución. Las reglas del juego político, con la ley electoral incluida. La separación de los poderes del Estado. La recuperación económica. El futuro de las pensiones. Temas muy importantes para el futuro. Mucho más que decirle todos los días al PSOE que se lo van a merendar. Temas importantes de la legislatura si es que se llega a formar gobierno. Parece que empezamos de nuevo con tanto arreglo. Otra transición. Casi mejor una evolución del sistema para adaptarlo a los tiempos modernos. Lo que quieran los partidos.
Pero también desde la oposición se puede gobernar. O influir para mejorar el gobierno. Se pueden apoyar las propuestas razonables para mejorar el sistema. Toda ayuda vendrá bien. Si hay gobierno, que no está todo dicho. Ni negociado. Sin pensar en Europa, que esa es otra. Para sí tiene la Unión Europea con ordenarse sin la Gran Bretaña. Aunque España debe estar en el vagón de primera.
¿Encontrará Podemos su lugar en el sistema? Puede que sí. Puede que se empiece a creer el discurso de Iglesias. Puede que se convierta en un partido de izquierdas, defensor de los parias del sistema
¿Encontrará Podemos su lugar en el sistema? Puede que sí. Puede que se empiece a creer el discurso de Iglesias. Puede que se convierta en un partido de izquierdas, defensor de los parias del sistema. Incluso que colabore en el buen funcionamiento del Estado. ¿El resultado? Ya lo dice él. “Que ganemos o que nos demos una hostia de proporciones bíblicas”. Nunca ha tenido más claridad. El ‘hostiazo’ de las últimas elecciones le ha hecho reflexionar. Unidos Podemos no sumó, sino que restó. Dos escaños menos en Madrid. Casi 300.000 votos perdidos entre Madrid y Barcelona.
¿Podrá o no podrá, Podemos? Es la incógnita del futuro. En el presente ya sabemos que se equivocó en las pasadas elecciones. Tal vez murió de éxito antes de tiempo. Ambigüedad en su discurso, sin saber qué lugar ocupar. O fusiones que desagradan al votante. O juegos de entretenimiento para forzar unas nuevas elecciones. Sería la bomba. Porque si Mariano no consigue un acuerdo razonable ya hay quien filtra que dejará que se cumplan los tiempos para ir a otras elecciones. Entonces funcionará la pinza. PP-Podemos. PSOE y C’s, a morir por Dios y por España. Sería lo peor. ¿Se apunta Podemos a la pinza?
Primero tendrá que buscar la causa de la decepción electoral. No fue Llamazares, con quien trabajó Iglesias en el pasado y fue expulsado de IU. Ya se ‘comió’ a IU. Ya cumplió su venganza. Falta saber la causa de esa suma que restó. Tal vez fue no tener una encuesta propia. Confiar en el CIS es de neófitos. Empieza el futuro. Sabremos si Podemos dará la talla. Si se puede contar con el partido para fabricar el mañana. Podemos podrá. ¿Seguro?
Los seis meses de experiencia en el Congreso servirán para algo. Ya no regresarán como el ejército de Pancho Villa. Ya no estarán “asustados”, ni “congelados”, como señalan Iglesias y Errejón. Habrá que esperar y colaborar. Ahí se medirá la valía. Ahí se medirá el valor para conquistar el futuro. Se comprobará que Podemos puede. ¿O no?